Nueva York.- Las incesantes tormentas de nieve y hielo han causado este invierno el número más alto de cancelaciones de vuelos en más de 25 años en Estados Unidos, de acuerdo con un análisis de The Associated Press.

Las aerolíneas de Estados Unidos han suspendido más de 75,000 vuelos internos desde el 1 de diciembre, incluidos alrededor de 14,000 esta semana.

La cifra equivale al 5.5% de los 1,350,000 vuelos programados durante esta temporada, según cálculos de la AP basados en la información provista por el sitio especializado de internet FlightAware que da seguimientos a las llegadas y salidas de aviones.

El número y el porcentaje de cancelaciones son los más elevados desde al menos el invierno 1987-1988, cuando el Departamento de Transporte comenzó a archivar la información sobre las cancelaciones.

Sin embargo, la Madre Naturaleza no es la única culpable. La combinación de medidas para la reducción de costos y nuevas disposiciones del gobierno han propiciado un aumento de las posibilidades de que las aerolíneas cancelen vuelos y dejen a los pasajeros en aprietos para llegar a sus destinos.

El jueves, más de 70% de los vuelos fueron cancelados en Baltimore, Filadelfia; Washington D.C., y Charlotte, Carolina del Norte, debido a una tormenta de invierno que paralizó la mayoría del tránsito a lo largo de la costa este.

Las tormentas de hielo en este invierno han causado grandes dolores de cabeza a ciudades típicamente cálidas como Atlanta, Dallas y Houston.

"Este año ha tenido un comienzo brutal para las aerolíneas y los viajeros", dijo el director general de FlightAware, Daniel Baker.

"No solo cada tormenta ha causado decenas de miles de cancelaciones, sino que ha habido muchos temporales", apuntó.

A febrero todavía le restan dos semanas.

Para agravar las cosas, las aerolíneas han reducido los vuelos poco lucrativos y llenado de pasajeros los aviones. Esto es grandioso para sus balances pero causa una pesadilla a los pasajeros cuyos vuelos fueron son cancelados debido a algún temporal.

Otros aviones ya van tan llenos que tienen dificultades para acomodar a pasajeros varados, muchos de los cuales deben esperar hasta días para conseguir un asiento en otro vuelo.

Este invierno es incluso más difícil que el de la temporada 2000-2001, cuando 66.000 vuelos, el 4,2% del total, fueron cancelados en diciembre, enero y febrero.

Las estadísticas oficiales no serán difundidas por otro par de meses, sin embargo las facilitadas por FlightAware han coincidido históricamente con las del gobierno.