WASHINGTON — Autoridades federales de salud investigan las ocasionalmente letales sobredosis de medicamentos antidiarreicos comunes, una extraña manifestación del problema de abuso de sustancias en el país.

El ingrediente principal en el Imodium —para el cual se requiere receta médica— y en medicamentos similares que no requieren prescripción tiene el objetivo principal de controlar la diarrea. Pero los adictos a menudo intentan alcanzar "viajes" similares a los de la heroína mediante el consumo de grandes dosis, de hasta 300 miligramos a la vez, según casos médicos registrados. La dosis recomendada va de 8 a 16 miligramos al día.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) advirtió el martes a médicos y pacientes que los medicamentos tienen el potencial de causar problemas cardiacos letales cuando su consumo es de niveles más altos al recomendado. La agencia recibió 31 reportes de personas hospitalizadas debido a problemas cardiacos, incluyendo 10 muertes en los últimos 39 años. La base de datos de la agencia no es tan extensa y muchas sobredosis de sustancias no son reportadas ante el gobierno.

Pero los centros de control de envenenamientos reportaron un incremento del 71% en llamadas que involucran medicamentos que contienen Loperamida entre 2011 y 2014, de acuerdo a un artículo científico publicado el mes pasado en Anales de Medicina de Emergencia.

Los autores del artículo recomendaron restringir la venta de antidiarreicos que no requieren prescripción médica, al igual que otros medicamentos de abuso como la pseudoefedrina, un descongestivo que puede ser procesado para la fabricación de metanfetaminas.

Los reguladores de la FDA indicaron en un mensaje publicado en línea que ya monitorean el tema y están considerando los siguientes pasos.

Los reportes de abuso van en aumento ante una epidemia de adicciones y abuso de opioides, una familia de sustancias que incluye narcóticos como la heroína y prescripciones legales como la morfina y la oxicodona. En algunos casos, los adictos a los opioides intentarán deshabituarse a esas sustancias consumiendo fármacos antidiarreicos.

En 2014, se registraron más de 47.000 sobredosis en Estados Unidos y el 61% de ellas eran de opioides, de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Las autoridades federales y estatales han intentado durante años reducir el abuso de opioides, aunque las muertes por sobredosis siguen en aumento.