Nueva York. La semana pasada, Alexandria Ocasio Cortez hizo historia durante las primarias demócratas al vencer al poderoso congresista Joseph Crowley, quien ocupaba el escaño desde 1999. A sus 28 años, la joven nacida en El Bronx de padres boricuas tiene claro los retos que le esperan tras su sorpresivo triunfo. 

Estás en el medio de la conversación política nacional... ¿cómo te sientes?

Bueno, todavía estoy procesando mucha de la atención, del cambio, de todo, porque, aunque sabía que esta era una carrera importante, no estaba anticipando la reacción nacional a esta victoria. Siento una gran responsabilidad para nuestra comunidad, para nuestra gente, y por hacer un buen trabajo. Eso sí es un reto, pero yo estoy bien emocionada de tener la confianza de nuestra comunidad. 

Si te hubiesen preguntado hace año y medio dónde te visualizabas dentro de los próximos dos años, ¿qué habrías contestado?

 Realmente, no sé, porque hace dos o tres años yo estaba trabajando en un restaurante como mesera pero también estaba trabajando en comunidades como organizadora y educadora. Pero, definitivamente imaginar este presente no estaba en mi mente. 

Has incitado una conversación que no se estaba teniendo... 

 Sí, hemos tenido una campana donde era la única candidata en la carrera que no estaba tomando donaciones de corporaciones ni cabilderos y eso desarrolló una confianza en nuestra campaña. Y eso fue muy fuerte porque mi oponente gastó tres millones de dólares en su campaña. Creo que eso fue un mensaje importante que mandamos y digo mandamos porque esto fue resultado del trabajo de todos los voluntarios de la comunidad. Cuando una comunidad se activa, el mundo entero puede cambiar. 

Para aquellas personas que han oído de ti, pero no conocen tu plataforma, ¿cuáles son sus componentes básicos?

 Tenemos como tres o cuatro temas que son muy importantes. Uno es que queremos mejorar y expandir Medicare para todos. Creo que todas las personas en los Estados Unidos merecen tener un plan de salud y esa es la manera que lo podemos hacer, reduciendo los costos y expandiendo la cobertura. También estamos luchando por matrícula gratuita para universidades y escuelas vocacionales, porque cuando nuestra economía se desarrolla también se tiene que desarrollar nuestra educación y las oportunidades de educación que se ofrecen. También queremos hablar sobre la vivienda como derecho humano y ar sobre la justicia en nuestro sistema de inmigración.

De llegar al Congreso, ¿cuáles temas para ti no son negociables al momento de endosar un proyecto de ley?

Para mí, son los derechos humanos. Espero que los problemas que estamos enfrentando actualmente se resuelvan antes de yo llegar al Congreso. Definitivamente, se tiene que suspender lo que está sucediendo en la frontera; la separación de niños y sus padres. Para mí eso es un derecho inviolable. También la protección de comunidades vulnerables, del acceso a la salud para mujeres, los derechos de la comunidad LGBTT, los derechos civiles. Eso para mí es básico. Estamos en un tiempo donde hay muchas personas viviendo con miedo y en el 2018 en los Estados Unidos, eso no es aceptable. 

 ¿Hay alguna mujer en el Congreso que sientas te puede servir de modelo o apoyo?

Sí, cuando yo gané, una de las cosas que me trajo un gran sentido de humildad fue cómo todas las mujeres del Congreso me llamaron; Nydia Velázquez, Elizabeth Warren, hasta Hillary Clinton. Aparte de la política, me sentí arropada y acogida por mujeres. 

¿Cuál fue tu experiencia con las redes sociales para llevar tu mensaje?

Las redes sociales fueron muy importantes porque para una campaña que no tenía millones de dólares para hacer comerciales en televisión ni enviar correspondencia de muchas páginas y a color... Para mí fue una forma de tener un mensaje directo, de mi corazón, de mi mente, con la comunidad. Fue tener el mensaje y utilizarlo para apoyar el trabajo que estaba sucediendo en las calles. Para reclutar miembros de la comunidad y decirles te necesitamos en Queens, te necesitamos en el Bronx. Eso fue crucial. 

¿Cuál es tu prioridad de aquí a noviembre?

Tengo dos prioridades. Una es apoyar otras candidatas como yo que están ahí dando la batalla. Hay latinas en Massachusetts, en Nueva York. En las elecciones primarias quiero apoyar candidatas como yo, que son subestimadas. Después hasta noviembre tenemos que recuperar la Cámara. Tenemos que elegir a 24 demócratas al Congreso este año en escaños republicanos para poderla recobrar. 

 ¿Cuál es tu posición sobre estatus de Puerto Rico; cuál es tu visión para el futuro de la Isla?

Una de las cosas que ya oigo es “ay, otra neoyorquina que tiene una opinión del estatus”. Para mí lo que es importante es que yo tengo una filosofía de que el gobierno debe ser de abajo hacia arriba. Y para mí lo que es muy importante es oír las voces de las personas que están en la Isla. Mi opinión preliminar es que el estatus que tenemos ahora es una injusticia. Para mí, el nacer siendo ciudadanos estadounidenses, pero no poder votar en las elecciones federales, no tener representación o poder federal, es una injusticia. Pero yo quisiera hablar con los líderes comunitarios de la Isla más grassroots porque yo reconozco que soy joven, que soy nacida en Nueva York y no quiero empezar a tomar posiciones sin el insumo de nuestra comunidad en la Isla.

¿Cuál es tu mensaje para las mujeres puertorriqueñas que quizás han considerado lanzarse para un puesto político pero que no se han atrevido porque sienten que el sistema está prejuiciado contra ellas?

 Hazlo. Se tienen que postular. A mí no me apoyó ninguna persona establecida en Nueva York. Nadie me apoyó. Ningún político de Nueva York me apoyó. Todos decían lo mismo: “Ella no tiene la experiencia; ella no está preparada para hacer esto”. Hay que apagarles el sonido a las críticas y postularnos porque tenemos que expandir nuestra percepción de lo que es experiencia válida para ser político. Si tú estás trabajando con tu comunidad, estás preparado, sabes organizar, sabes informar. Traducir esa experiencia informal a una experiencia formal es importante porque esas son las mismas razones por las cuales no hay más mujeres en la política. Si continuamos escuchando y dándole razón a esas opiniones, nunca vamos a tener mujeres en las ramas del gobierno. Si nunca tratamos, nunca lo vamos a lograr.

 ¿Qué es lo que más te inspira a alzar la voz?

La esperanza que siento con todas las personas de nuestra comunidad. Quiero guardar este momento y embotellarlo. Este momento, donde encontramos la semilla de la esperanza, es donde encontramos la semilla del cambio. 

Laura Rexach y Carla López son productoras del podcast “Alzando la voz”, accesible en todas las redes sociales @alzandolavozpr.