OREM, Utah— Cuando varios chicos se ponían la ropa de educación física el martes en la mañana en los vestidores de una secundaria en Utah, un alumno con las más altas calificaciones sacó un cuchillo e hirió a cinco de sus compañeros, los cuales huyeron ensangrentados del lugar, dijo la policía.

El presunto responsable, de 16 años, sin historial de indisciplina, se hirió con el cuchillo en el cuello y fue acorralado por trabajadores escolares hasta que un agente asignado a la secundaria Mountain View llegó a los vestuarios y lo sometió con un taser, un arma eléctrica paralizante.

Las cinco víctimas sobrevivirán a las heridas, dijeron el martes en la tarde representantes de un hospital. Los dos más graves estaban en estado crítico pero estables, según el Hospital Utah Valley.

El sospechoso fue atendido y dado de alta después del ataque, que causó temor y pánico entre los estudiantes que describieron una escena de terror después de ocurrido el incidente.

La policía de Orem difundió en internet una carta que dijo la escribieron los padres del adolescente agresor y en la que presentaban sus disculpas.

Según los padres, ninguna de las víctimas había hecho algo a su hijo y señalaron que el ataque no tenía motivos raciales ni étnicos.

"Nos es difícil manifestar nuestra profunda pena por el dolor y las heridas infligidas", se afirma en la carta.

La policía señaló que el cuchillo utilizado en el ataque tenía una hoja de 7.5 centímetros de largo y no facilitó la identidad del agresor debido a su edad pero señaló que continuaba detenido.

La portavoz de las autoridades escolares de la zona, Kimberly Bird, dijo que el agresor era un estudiante nuevo de segundo año que había recibido instrucción en casa. No había indicios de que tuviera problemas o de que sufriera acoso, agregó.

Los investigadores conversan con los estudiantes que fueron testigos del ataque y a quienes lo conocían en su intento por determinar un motivo, dijo Gary Giles, jefe de la policía en la ciudad de Orem, a unos 64 kilómetros (40 millas) de Salt Lake City, donde sucedieron los hechos.

"¿Se trató de una pelea? ¿Se trató de alguien molesto con alguien más? ¿Se trató de algo más?", preguntó Giles. "No tengo esas respuestas".

En el caos inmediatamente posterior al ataque, la estudiante de tercer año Karen Martinez dijo que vio a tres de las víctimas cuando salieron corriendo de los vestidores con dirección a la oficina central de la escuela, una tenía una herida en la cabeza y otra en un cuello. A otra le salía sangre a través de la parte posterior de su playera, agregó.