Jamaica. -La región del Caribe saludó la primera elección del presidente estadounidense Barack Obama en 2008. Se compusieron canciones en su honor en ritmo de calipso y reggae, la isla francesa de Martinica bautizó un camino con su nombre, y la montaña más alta de Antigua pasó a ser oficialmente "Monte Obama" mientras la pequeña nación insular lo saludaba como un símbolo del avance de la gente de color.

Esta semana, Obama tratará de resucitar el entusiasmo que se ha ido desvaneciendo al prevalecer la impresión de una supuesta falta de atención por parte del presidente.

Pero más que un mero esfuerzo de recomponer su popularidad, las reuniones de Obama el jueves con la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson Miller, y otros líderes de la Comunidad del Caribe de 15 miembros no carecen de intereses propios.

China ha expandido paulatinamente sus alianzas económicas en el Caribe, y la región busca reducir su dependencia del petróleo subsidiado de una Venezuela con problemas económicos.

China suministra buena parte de la financiación para nuevas carreteras, puentes y otros proyectos de infraestructura.

"China se está quedando con el premio en vista de muchos observadores. Su huella es visible, evidentemente por medio de su diplomacia 'de la chequera' en el Caribe", comentó Anthony Bryan, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de las Indias Occidentales en Trinidad, un sistema de universidades públicas que sirve a 18 países y territorios de habla inglesa.

Prevalece la impresión de que esta vez, Estados Unidos buscará llenar un vacío potencial de la mermada diplomacia petrolera de Venezuela.

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