Washington.- La Casa Blanca manifestó el jueves su fuerte apoyo a una iniciativa de ley bipartidista para ayudar a aliviar la crisis financiera de Puerto Rico y exhortó a la Cámara de Representantes a aprobarla mientras el territorio estadounidense enfrenta un pago de 2,000 millones de dólares en unas tres semanas.

La Cámara de Representantes, donde los republicanos son mayoría, tiene planeado debatir una iniciativa que contempla la creación de un órgano de control para Puerto Rico y una forma de reestructurar su deuda de 70.000 millones de dólares. Líderes republicanos y demócratas apoyan el proyecto, lo mismo que el gobierno de Obama. Pero la iniciativa enfrenta la oposición de miembros de ambos partidos, mientras que tenedores de bonos, sindicatos y autoridades en la isla han hecho campaña en contra de ella.

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La Casa Blanca dice que no actuar podría causar una "crisis económica y humanitaria" en el territorio estadounidense más allá de lo que la isla ya padece. Una prolongada recesión ha obligado a cerrar negocios, se ha disparado la tasa de desempleo y miles de personas han emigrado a Estados Unidos.

"Este acuerdo legislativo es superior al status quo y es necesario para proteger el bienestar de 3.5 millones de estadounidenses y crear un camino a la recuperación", según un comunicado de la Casa Blanca.

El republicano Paul Ryan, líder de la Cámara de Representantes, necesitará importante apoyo de sus colegas, y además de la mayoría de los demócratas, para lograr que se apruebe la medida. El legislador por Wisconsin ha dicho que el proyecto es la única forma de evitar un eventual rescate a cargo de los contribuyentes para la isla y ha estado involucrado en las negociaciones con el gobierno federal y con Nancy Pelosi, la líder de los representantes demócratas.

En un intento por lograr que se apruebe la iniciativa, el presidente Barack Obama citó a representantes demócratas con lazos con Puerto Rico a una reunión en la Casa Blanca el miércoles, además de a partidarios y críticos de la medida.

Pedro Pierluisi, representante de Puerto Rico en el Congreso estadounidense, fue uno de los participantes y dijo que él apoya la medida pese a la oposición de otros legisladores en la isla. Agregó que Obama manifestó claramente "que aquí no hay Plan B".

Puerto Rico ya tiene deudas con acreedores y enfrenta un pago de 2.000 millones de dólares para el 1 de julio. Algunas escuelas no tienen suficiente electricidad y hospitales han dicho que no pueden suministrar los medicamentos o atención necesarios.

Algunos conservadores han dicho que no apoyarán la medida.

"La gente en mi distrito está muy disgustada con el proyecto de ley. Lo ven como otro rescate de un gobierno que se ha dirigido de forma liberal", dijo el republicano John Fleming, legislador por Luisiana.