Miami. La marea roja que ha afectado desde 2017 la costa oeste de Florida (Estados Unidos), donde el alga tóxica que la produce ha matado a miles de peces, llegó de forma inusual a las costas del este del estado y obligó al cierre de varias de playas del condado Palm Beach, al norte de Miami.

Los bañistas se quejaron el fin de semana de problemas respiratorios y de irritaciones en la piel y los ojos, lo que llevó a los funcionarios del condado a cerrar varias playas hasta nuevo anuncio.

El gobernador de Florida, Rick Scott, señaló hoy que la aparición de la marea roja en la costa Atlántica ha ocurrido nueve veces en las últimas seis décadas, según reportes de la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna (FWC).

Entre tanto, el senador por Florida Marco Rubio dijo hoy que el florecimiento de la marea roja en Palm Beach es un evento "raro" en las costas del este de la península y manifestó que la calidad del agua es "el problema más urgente" del estado, pues se suma al de la alga verde que ha afectado la región en los últimos años.

La FWC confirmó que se hallaron concentraciones "bajas a medias de marea roja" en las costas de ese condado turístico, lo que ahuyentó este fin de semana a residentes y turistas de una zona donde el presidente Donald Trump pasa sus vacaciones invernales en su club privado.

Esta toxina neurológica, que ataca el sistema nervioso de los humanos y también el de los animales, llegó a las costas del Atlántico debido a los vientos y corrientes marinas, según los científicos.

Los síntomas que presentaron este fin de semana los bañistas son idénticos a los experimentados por los residentes en la costa del Golfo de México en Florida, donde han muerto miles de peces y más de cincuenta delfines.

También han muerto 165 manatíes, según datos de la FWC.

Se trata de un fenómeno que se ha extendido en las costa oeste más de lo normal, desde noviembre de 2017, según las autoridades.

El fenómeno se extiende aún a lo largo de 130 millas (209 kilómetros) de la costa suroeste del estado con altos niveles de toxinas en los condados de Manatee, Sarasota y Lee.

Allí se ha encontrado una "alta concentración" del microorganismo "Karenia brevis" (causante de la marea roja), de hasta más de "un millón de células por litro".

El florecimiento de la marea roja, que según la FWC, se extiende hasta 10 millas (16 kilómetros) mar adentro en algunas áreas, ha alterado el ecosistema debido a la descomposición de los peces muertos, lo que consume el oxígeno marino en la zona.

Hasta la fecha, el gobernador Scott indicó hoy que ya ha otorgado subvenciones por más de 10 millones de dólares para apoyar los esfuerzos en los condados afectados para mitigar y combatir la marea roja.