Víctimas de abuso sexual infantil en Nueva York están denunciando que la Iglesia Católica está impidiendo la aprobación de una ley que extendería el plazo tras el cual caducan las acusaciones de ese tipo de abuso.

La norma además daría un año adicional para presentar demandas que estarían prohibidas por el vencimiento del plazo actual. La Iglesia sostiene que ese cambio causaría daños financieros "catastróficos" a toda entidad que trabaje con niños.

Los sobrevivientes de ese tipo de abuso dicen que no hay justificación para privar a miles de personas de la oportunidad de conseguir justicia. Varios activistas hablaron a favor de la nueva norma en el Capitolio la semana pasada.

Se expresaron optimistas este año ya que el gobernador Andrew Cuomo se ha manifestado a favor de facilitarle a las víctimas los mecanismos para presentar sus demandas.