HOUSTON-La Corte Suprema de Estados Unidos se dispone a estudiar si el estado donde más se aplica la pena capital intenta a ejecutar a un asesino convicto que es discapacitado mental. Las normas vigentes del alto tribunal prohíben la pena de muerte en estos casos.

Los abogados del condenado Bobby Moore, de 57 años, sostienen que la corte penal más alta de Texas desconoció las pautas médicas vigentes y aplicó pautas desactualizadas cuando determinó que Moore no es un discapacitado mental.

La procuraduría estatal sostiene que Texas "cumple plenamente" los precedentes de la Corte Suprema.

El tribunal sentenció en 2002 que los discapacitados mentales no pueden ser ejecutados.

La audiencia del caso Moore está prevista para el martes.

Los abogados de Moore quieren que se anule su condena a muere, que le fue aplicada en 1980 por el asesinato de un empleado de tienda en Houston durante un robo.