Los Ángeles.- Una mujer que condujo su automóvil tres kilómetros (dos millas) por un suburbio de Los Ángeles con un hombre agonizante en el parabrisas fue declarada ayer culpable de homicidio en segundo grado, de conducir ebria, así como de atropellar a una persona y darse a la fuga.

Sheri Lynn Wilkins, orientadora contra el uso de drogas, se mantuvo en silencio cuando el jurado dio lectura al veredicto en la Corte Superior.

Wilkins tenía un nivel de alcohol en la sangre que casi duplicaba el límite legal para conducir cuando arrolló a Phillip Moreno, de 31 años, en noviembre de 2012 en el suburbio de Torrance, dijeron los fiscales.

"La manera como (Wilkins) se comportó con Phillip Moreno agrede la dignidad humana", dijo el fiscal de Distrito John Harlan al término de la sesión.

"Este caso versa sobre la dignidad humana. No podemos tolerar que alguien no se detenga a un lado del camino viendo que lleva a alguien en el parabrisas", apuntó Haarlan, que encabeza la fiscalía en el caso.

Un gran grupo de parientes de Moreno, entre ellos hermanos y hermanas, asistieron a la lectura del veredicto. Afuera del tribunal, estas personas abrazaron a Harlan y al cofiscal Saman Ahmadpour, aunque declinaron hacer declaraciones a la prensa.

Wilkins, de 52 años, que era adicta antes de convertirse en orientadora contra el consumo de drogas y alcohol, dijo que bebió aquella noche pero que no estaba ebria.

Dijo que se había estado "automedicando" mientras aguardaba una cirugía en la que le reemplazarían una rodilla y había consumido tres botellitas individuales de vodka y una lata de cerveza antes de subirse a su auto.

La abogada defensora Nan Whitfield no estuvo disponible para que hiciera declaraciones sobre el particular. La abogada arguyó que Moreno estaba borracho y que saltó sobre el auto y que Wilkins fue presa del pánico.

Wilkins testificó que nunca vio a Moreno y que fue como si él hubiera caído de las alturas.