Kayden Culp, el niño con autismo de 10 años de edad que a comienzos de octubre fue víctima de un brutal ataque por parte de quienes él consideraba sus "amigos", ha experimentado una increíble recuperación y fue dado de alta, según informó su madre, Tristyn Hatchett, en su página de Facebook.

Kayden, quien vive en Kerrville (Texas, EE.UU.), sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 20% de su cuerpo luego de que, como ha acusado su familia, un niño lo rociara con bencina y otro le prendiera fuego mientras jugaban en el parque el pasado domingo 2 de octubre.

El niño fue puesto en coma inducido, del cual despertó a mediados de mes y ha tenido que soportar varias operaciones para realizarle injertos de piel.

Y aunque los médicos veían su recuperación como algo difícil, el jueves Tristyn publicó en la red social que su hijo había sido dado de alta y que desde ahora recibirá tratamiento ambulatorio.

"Sus injertos están en perfecto estado, y la movilidad de su brazo y cuello es mayor de lo que se esperaba. Se está curando rápidamente. Aún no es el mismo, no puede hablar tanto, pero sabemos que el tiempo lo cura todo", escribió.

Hace algunos días, su padre había adelantado que Kayden ya comía y bebía por su cuenta, y sonreía todo el tiempo. "Muchas gracias por todas las oraciones y el cariño. Él las necesitaba y no sé cómo lo habría hecho sin ellas. Estamos agradecidos por todos y de todos", declaró Scott Culp.

Una página de donaciones abierta por Ashley Caliendo, una amiga de la familia, en YouCaring tenía como meta la recolección de 10 mil dólares. Sin embargo, la historia de Kayden parece haber llegado al corazón de muchos, ya que hasta hoy 5,889 donantes han permitido reunir $262,080.

Continúa la investigación

Días después de ocurrido el ataque, Tristyn Hatchett aseguró que su hijo había sido intencionalmente quemado por uno o más niños del vecindario donde viven.

La policía arrestó a dos menores bajo los cargos de incendio provocado, pero ha señalado que según las pruebas con que se cuenta, Kayden resultó quemado de forma accidental, luego de que los niños iniciaran una fogata al interior de un cobertizo en ruinas ubicado en el lugar de los hechos.

Sin embargo, todo quedará aclarado cuando Kayden pueda entregar sus propia versión de los hechos a la policía, lo que ocurrirá "tan pronto como pueda hablar de forma coherente", según ha asegurado su familia.