Newtown.- Con las escuelas de Newtown, Connecticut, todavía cerradas tras el tiroteo que acabó el viernes con la vida de 20 niños, los habitantes de esa localidad tienen sentimientos encontrados sobre la necesidad o no de armar a los guardias de seguridad de sus centros de enseñanza.

"Hay diferencias, hay gente que no querría tener a alguien armado en el instituto, pero también es verdad que podría tranquilizar las cosas ahora", dijo hoy a Efe Jamie Dunkin, de 16 años y estudiante del centro de enseñanza media de Newtown, donde se celebró ayer la vigilia con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Debido al tiroteo, las escuelas de uno de los distritos de Pensilvania recibieron durante este fin de semana el permiso judicial para que los guardias de seguridad pudieran portar pistolas a partir de hoy, tal y como habían solicitado a principios de este mes, antes de la masacre de Newtown.

Desde uno de los memoriales que se han creado en esta población para recordar a las víctimas del tiroteo, Dunkin reconoció que mañana sentirá "algo de miedo y nervios" cuando tenga que volver a clase "porque todo es posible, puede haber imitadores y hemos visto otros colegios cerrándose porque está pasando lo mismo".

Precisamente hoy las dos escuelas de la localidad de Ridgefield, también en Connecticut, tuvieron que cerrar brevemente cuando los vecinos alertaron a la policía de la presencia de un hombre sospechoso que parecía portar un rifle en el hombro, aunque el incidente resultó ser una falsa alarma.

"No importa si es una escuela primaria, media o una universidad, (los guardias de seguridad) deberían estar siempre armados porque nunca sabes lo que puede pasar", dijo también a Efe Vicky Alevreas, una madre de 34 años que viajó desde el barrio de Queens hasta Newtown para ofrecer su apoyo a los afectados por la masacre.

Acompañada por sus tres hijas, Alevreas llevó hasta esta pequeña ciudad veinte velas con peluches pegados a ellas, una por cada uno de los niños que fallecieron en el tiroteo, todos ellos de entre 6 y 7 años.

La neoyorquina asegura que su hija mayor acude a un instituto en el que hay tres guardias de seguridad armados y eso le genera tranquilidad, aunque también espera que el presidente Obama cumpla con su palabra de cambiar las normas de este país para restringir la posesión de armas.

"Deberían poner detectores en todas las escuelas y revisar a toda la gente, pero no armar a los guardias de seguridad", dijo por su parte la dominicana Judy Pérez, de 27 años, que aseguró que pasó miedo esta mañana al dejar a la mayor de sus hijas en la escuela.

Los colegios del área de Newtown reabrirán sus aulas el martes, aunque la escuela Sandy Hook, donde ocurrió el tiroteo, permanecerá cerrada y sus estudiantes se trasladarán a la cercana escuela de Monroe en el futuro más inmediato, mientras que no se descarta que jamás vuelva a abrir.