Washington.- El gobierno del presidente Donald Trump se prepara para pedirle a Cuba que reduzca el 60% del personal de su embajada en Washington, señalaron el lunes funcionarios federales, en respuesta a la decisión de la semana pasada por parte de Estados Unidos de reducir en la misma proporción su personal en la embajada en La Habana.

La solicitud de Estados Unidos representa otro importante revés a las relaciones entre ambas naciones, que apenas habían retomado nexos diplomáticos después de medio siglo de hostilidades. La petición ocurre en un momento en el que el gobierno estadounidense busca proteger a sus propios diplomáticos de inexplicables ataques que han afectado a por lo menos 21 trabajadores del servicio exterior en Cuba, que sufren de problemas de audición, equilibrio y vista.

Se prevé que el Departamento de Estado anuncie la decisión el martes, de acuerdo a los funcionarios que advirtieron que no se formalizará una decisión hasta que se anuncie públicamente. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato debido a que no tenían autorización para discutir el tema de manera pública.

Cuba ha negado estar involucrado con los ataques. Aunque es posible que La Habana vea el acto como una represalia injustificada, los funcionarios estadounidenses afirmaron que el objetivo no es sancionar a la isla, sino asegurarse de que ambos países cuenten con el mismo número de diplomáticos en las respectivas capitales. Estados Unidos solicitará formalmente a Cuba que retire a su personal, pero no los expulsará a menos que La Habana se rehúse a retirarlos de Washington, indicaron los funcionarios.

Las tensiones entre ambos vecinos han ido en aumento ante la seria preocupación de Estados Unidos sobre los inexplicables ataques en contra de estadounidenses en La Habana. El lunes, The Associated Press reportó que espías estadounidenses que trabajaban bajo cobertura diplomática fueron las primeras víctimas y las que resultaron más afectadas.