Washington. — La muerte de dos niñas en Illinois y Virginia por una severa reacción alérgica por alimentos ayudó a incrementar los esfuerzos para que las escuelas tengan una reserva de medicamentos de emergencia que puedan salvar vidas.

Ese esfuerzo ahora alcanzó el nivel más alto: el escritorio del presidente Barack Obama. El mandatario promulgó el miércoles una ley bipartidista que ofrece un incentivo financiero a los estados si la escuelas almacenan epinefrina, considerado el tratamiento de primera línea para personas con alergias severas. El medicamento se administra con inyección a través de dispositivos precargados como las EpiPens que tienen forma de bolígrafo, y otros.

Varios estados han aprobado o están considerando iniciativas de ley que también buscan que haya epinefrina en las escuelas, principalmente en las enfermerías. Y a finales de octubre, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades emitieron las primeras directrices sobre cómo proteger a los niños de las alergias alimenticias. Las normas, que son voluntarias, piden a las escuelas tomar medidas para restringir los alimentos comunes que causan reacciones alérgicas y poner la epinefrina en disposición.

"Todo se está moviendo hacia la dirección que se adhiere a nuestra misión, que es mantener a salvo a los niños, incluyendo en las escuelas", dijo John Lehr, jefe ejecutivo de la organización Investigación y Educación de Alergias Alimentarias.

La epinefrina puede utilizarse para reacciones alérgicas severas —llamadas anafilaxis— a la comida, a mordidas de insectos, látex o medicamentos. Las políticas varían dependiendo de la escuela, el distrito y el estado respecto del manejo de la epinefrina y el acceso a alimentos de alto riesgo alergénico. Algunas escuelas ofrecen por ejemplo, almuerzos sin cacahuates.

"La mayoría de las personas lo acepta, pero todavía hay gente que es muy escéptica y no ha visto una reacción anafiláctica y no entiende", dijo Sally Porter, madre de un niño de 10 años con una severa alergia al maní.