Corpus Christi. — Más de 10 guardias de una cárcel en Texas fueron sentenciados por su implicación en una red delictiva y de contrabando que pasaba drogas y teléfonos celulares a presos.

Un juez federal en Corpus Christi terminó el jueves de imponer las sentencias a prisión o libertad condicional contra 14 ex agentes correccionales del Departamento de Justicia Penal y otras 11 personas, varias de ellas presidiarios.

Los fiscales dijeron que todos se declararon culpables esta semana de los cargos relacionados con crimen organizado, asociación delictuosa o drogas en la Unidad McConnell en Beeville, a unos 80 kilómetros (50 millas) al norte de Corpus Christi.

Los ex guardias recibieron sentencias que oscilaron entre libertad condicional y 28 meses tras las rejas.

La investigación comenzó en 2009, cuando algunos integrantes de pandillas encarcelados utilizaron celulares —que están prohibidos en prisión— para tratar de vender vehículos robados a miembros de un cártel delictivo mexicano.

Las autoridades dijeron que los guardias pasaban los teléfonos y las drogas a los presos en la Unidad McConnell.