Un 61 % de los estadounidenses sigue a favor de la pena de muerte, un porcentaje muy parecido al registrado en 2014 (63 %) y que consolida un declive gradual desde que alcanzó hace dos décadas su más alto apoyo, según un sondeo publicado hoy.

Entre los encuestados por la firma Gallup, que pregunta sobre la pena de muerte desde hace décadas, el 37 % se posicionó en contra (33 % en 2014) y un 2 % dijo no tener opinión al respecto.

Aunque la cifra de partidarios cosechada este año es una de las más bajas de los últimos tiempos, la pena de muerte registró su mínimo apoyo en 1966, cuando tan solo el 42 % de los estadounidenses se mostraba a favor y el 47 % en contra.

A partir de entonces y en paralelo a un aumento de la criminalidad en el país, el apoyo a la pena capital creció hasta alcanzar el 80 % en 1994, momento en el que volvió a decaer.

Entre las minorías étnicas, el apoyo a la pena de muerte es menor que entre la población blanca: tan solo el 39 % de los afroamericanos está a favor de las ejecuciones (el 55 % se opone), mientras que entre los hispanos el 56 % es partidario y el 43 % contrario.

Entre los blancos, el 68 % está a favor y el 29 % en contra.

Por adscripción política, el 49 % de los votantes demócratas es partidario de la pena capital, un porcentaje que se eleva hasta el 82 % entre los republicanos.

Los resultados de la encuesta coinciden con otros indicios del declive progresivo de la pena de muerte en Estados Unidos: las condenas capitales registran su nivel más bajo en décadas, lo mismo que las ejecuciones, siete estados la han abolido desde 2007 y está sometida a continuos litigios que paralizan su funcionamiento.

La encuesta fue realizada entre el 7 y el 11 de octubre a 1,015 personas mayores de edad de los 50 estados del país y tiene un margen de error del 4 %.