Nueva Jersey.- Dieciséis trabajadores de un garaje municipal en una comunidad costera de Nueva Jersey afectada por la tormenta Sandy el año pasado tienen en su poder uno de tres boletos ganadoras en la lotería Powerball con un premio acumulado de $448 millones, informaron funcionarios del condado de Ocean.

Un hombre de Minnesota reclamó el miércoles un tercio del premio. Todavía no se ha presentado el poseedor del tercer boleto, también vendido en Nueva Jersey.

El director del Departamento de Mantenimiento Vehicular del condado, Jim Pine, y el propietario Jack Kelly dijo que los 16 empleados tienen el boleto de lotería vendido en un supermercado de Little Egg Harbor, según la publicación Press of Atlantic City.

Pine dijo que los empleados ganadores se presentaron a trabajar el jueves, lo que "debería decirnos algo".

"Estoy muy feliz por ellos", dijo al periódico. "Es un grupo de personas maravillosas y trabajadoras".

Pine no quiso revelar ningún dato sobre los ganadores y dijo que les había garantizado que respetaría su privacidad.

Paul White, de 45 años, ingeniero de proyectos de Ham Lake, Minnesota, no tardó en revelar el jueves que tenía uno de los boletos ganadores y afirmó que "he estado esperando este día durante toda mi vida".

White agregó que su familia a menudo se quejaba por la frecuencia con que jugaba a la lotería y que batalló para convencerlos de que por fin lo había tocado la suerte.

"La única persona que creyó en mí fue mi madre", dijo White en una conferencia de prensa donde se presentó con su novia, su hermano y dos colegas.

White dijo que recibirá su premio en un pago único y no en anualidades, que después del pago de impuestos será de 58.3 millones de dólares.

Afirmó que su novia lo llamó el jueves por la mañana para decirle que un boleto ganador había sido vendido en Minnesota, y que inmediatamente revisó los diez que había comprado la noche anterior.

Los ganadores de grandes bolsas acumuladas suelen aguardar días o semanas antes de reclamar sus premios a fin de prepararse y hacer los arreglos legales correspondientes. White dijo que tenía un abogado y un asesor financiero en mente y que no temía la publicidad. Indicó que está divorciado y que tiene un hijo de 16 años y una hija de 14 y agregó que dejaría su trabajo como contratista de electricidad en Minneapolis, aunque afirmó que planeaba ayudar a su jefe, Ron Bowen, a completar algunos proyectos.