Joshua Holt, que en 2016 viajó de Utah a Venezuela para casarse con una mormona pero que poco después fue encarcelado y señalado como el principal espía de la CIA en América Latina, fue puesto en libertad el sábado por el gobierno de Nicolás Maduro en lo que su familia describió como “este milagro”. 

Holt y su esposa Thamara Caleno llegaron el sábado por la noche al Aeropuerto Internacional Washington-Dulles. En un video publicado en Twitter por la oficina del senador Orrin Hatch puede observarse a la pareja ingresando en una sala donde es recibida por el legislador republicano de Utah antes de reunirse entre abrazos y lágrimas con los padres de Joshua, Laurie y Jason Holt. 

Cuando partió del aeropuerto de Caracas horas antes, Holt declaró a The Associated Press que el suplicio lo había dejado “agotado”. 

La excarcelación de Holt ocurrió un día después de que un senador federal estadounidense sostuviera una sorpresiva reunión en Caracas con Maduro, a quien Washington acusa de dirigir una “dictadura” y de ganar la reelección en unas elecciones “falsas”. 

Meses de conversaciones secretas por canales extraoficiales entre un colaborador del senador republicano Bob Corker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, y aliados cercanos de Maduro antecedieron el regreso de Holt, cuya libertad parecía improbable todavía hace una semana. 

La Casa Blanca agradeció al gobierno de Venezuela por la excarcelación del estadounidense pero afirmó que se mantiene sin cambios la política de Estados Unidos hacia el régimen de Maduro. 

Trump dio la bienvenida a los Holt en la Oficina Oval para celebrar la puesta en libertad de Joshua. 

En un comunicado emitido el sábado en la noche, la Casa Blanca dijo que los Holt fueron injustamente detenidos. Exigió elecciones libres, justas y transparentes de acuerdo con la constitución de Venezuela y desacreditó los comicios del 20 de mayo a los que consideró ilegítimos. 

La Casa Blanca también solicitó a Venezuela que deje en libertad a todos los presos políticos y acepte la entrega de asistencia humanitaria internacional para los ciudadanos de ese país que más la necesiten. 

Horas antes en un tuit, el presidente Donald Trump describió a Holt como un “rehén”. “Buenas noticias sobre la liberación”, dijo Trump. 

Estados Unidos argumentaba que Holt había sido detenido con cargos fabricados. 

Corker había informado el viernes a la Casa Blanca de la inminente excarcelación de Holt, según un funcionario que daba seguimiento a la situación del estadounidense y quien solicitó el anonimato para hacer declaraciones sobre las conversaciones privadas. 

Holt, ahora de 26 años, partió a Venezuela en 2016 para casarse con una mujer que conoció por internet mientras buscaba a mormones de habla hispana que le pudieran ayudar a mejorar su español. Él había planeado pasar varios meses en Caracas ese verano con su nueva esposa y las dos hijas de ella, a fin de obtener sus visas a fin de que pudieran mudarse con él a Estados Unidos. 

En cambio, la pareja fue detenida ese 30 de junio en su apartamento durante una redada policial en el complejo de viviendas oficiales donde vivían en las afueras de Caracas. Las autoridades venezolanas lo acusaron de acopiar un fusil de asalto y granadas, e insinuaron que su caso estaba relacionado con otros presuntos intentos no especificados de Estados Unidos de socavar al gobierno del presidente Maduro en medio de una profunda turbulencia económica y política. 

La pareja estuvo recluida en una famosa prisión de Caracas administrada por la policía secreta y que también es el sitio donde son retenidos decenas de los principales opositores de Maduro, que han sido encarcelados durante los últimos años de disturbios políticos en el país. 

El juicio de ambos iba a comenzar este mes después de repetidas demoras que llevaron al gobierno de Trump a cuestionar los motivos de su detención, aunque hasta el tuit de Trump del sábado, el gobierno estadounidense se abstuvo de calificar públicamente a Holt de ser un "rehén". 

Al principio, el gobierno de Estados Unidos evitó aumentar la presión pública sobre Venezuela en medio de las ya tensas relaciones bilaterales, pero finalmente llevó el caso de Holt a los niveles más altos del gobierno venezolano. El senador Hatch y la representante Mia Love, republicana por Utah, también presionaron a favor de Holt y denunciaron su maltrato en la cárcel. 

La madre de Holt, Laurie Holt, sostuvo siempre que su hijo y su nuera fueron acusados injustamente. Trabajó febrilmente para llamar la atención sobre el encarcelamiento de su hijo, organizando mítines, recaudando fondos y dando entrevistas a los medios de comunicación. 

Laurie Holt dijo que su hijo padeció numerosos problemas de salud en la cárcel, incluso cálculos renales y problemas respiratorios. Aseguró que en medio de su depresión perdió tanto peso que bajó varias tallas de pantalón. 

En su declaración, la familia Holt dijo a los miembros de la prensa: “Agradecemos su colaboración durante este tiempo de angustia que hemos vivido. Les pedimos que nos permitan reunirnos con nuestro hijo y su esposa antes de permitir entrevistas y declaraciones. Estamos agradecidos a todos los que participaron en este milagro".