Los horarios de trabajo de los controladores aéreos suelen provocarles fatiga crónica que reduce su sentido de alerta y pone en peligro la seguridad del tráfico aéreo en Estados Unidos, según un estudio que el gobierno norteamericano mantuvo en secreto durante casi cuatro años.

Funcionarios de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) se han negado a entregar una copia del informe pese a reiteradas solicitudes de The Associated Press, incluso una amparada por la Ley de Libertad de Información. Sin embargo, la AP logró obtener un borrador del informe final con fecha 1 de diciembre de 2011.

El motivo del estudio fue una recomendación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte a la FAA y la Asociación Nacional de Controladores Aéreos de revisar los horarios de los controladores para darles períodos de descanso "a fin de obtener suficiente sueño reconstituyente".

El estudio halló que casi dos de cada 10 controladores cometieron errores significativos en el año anterior, como acercar demasiado un avión a otro y más de la mitad de dichos errores fueron atribuidos a la fatiga.

Un tercio de los controladores consideraron que la fatiga constituye un riesgo a la seguridad "elevado" o "extremo". Más de seis de cada 10 controladores indicaron que en el año anterior se durmieron o experimentaron caídas de atención mientras manejaban para iniciar o al terminar turnos de medianoche, que suelen ser de 10 de la noche a 6 de la mañana.

En general, los controladores cuya actividad fue examinada por científicos promediaron 5.8 horas de sueño por día durante una semana de trabajo y promediaban apenas 3.1 horas de sueño antes del turno de medianoche y 5.4 antes del primer turno matutino.

Los horarios más agotadores requerían a los controladores trabajar cinco turnos de medianoche consecutivos, o seis días por semana durante varias semanas seguidas, a menudo con por lo menos un turno de medianoche por semana. Los ciclos circadianos del organismo humano dificultan dormir de día antes de un turno de medianoche.

El estudio se efectuó con base en una encuesta a 3,268 controladores aéreos acerca de sus horarios de trabajo y hábitos de sueño y un estudio que revisó el sueño y el estado de alerta de más de 200 controladores en 30 instalaciones de tráfico aéreo.

La NASA efectuó el estudio a pedido de la FAA.

J.D. Harrington, un vocero de la NASA, también se negó a entregar el informe. Explicó en un correo electrónico que como la FAA lo encargó, "ellos tienen el derecho a decidirlo". La NASA dio a los científicos que condujeron el estudio un premio por la excelencia del proyecto en 2013.