Un equipo de investigadores federales de Estados Unidos está explorando varios lugares submarinos donde se hundieron barcos que navegaban por las traicioneras aguas al oeste de San Francisco en las décadas que siguieron a la Fiebre del Oro.

Durante la semana pasada, un equipo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) empleó un vehículo submarino de control remoto, empleado con sónar y cámaras de video, para examinar y registrar los pecios históricos.

La expedición de cinco días formó parte de un estudio arqueológico a largo plazo del Refugio Marino Nacional Golfo de Farallones, que cubre unas 1,300 millas cuadradas del océano Pacífico, en las costas del norte de California.

Los investigadores de NOAA dicen que más de 300 barcos naufragaron en el golfo, donde la densa niebla, fuertes vientos y escollos rocosos atormentaron a muchos barcos que entraban y salían de la bahía de San Francisco, especialmente antes de la llegada del sónar y otras tecnologías de navegación.

"El golfo de Farallones es un cementerio de barcos", comentó James Delgado, director de herencia marítima de NOAA. "Cada uno de estos accidentes, cada uno de estos hundimientos, tiene su propia historia dramática que contar".

La Associated Press acompañó al equipo de NOAA en un crucero científico el viernes, cuando emplearon el vehículo submarino para explorar tres posibles puntos de hundimientos cerca de las islas Farallón, una cadena de promontorios rocosos unas 30 millas al oeste del puente Golden Gate.

En el primer punto, el equipo de Delgado esperaba encontrar el Noonday, un clíper del siglo XIX que transportaba vías de tren y otra mercancía desde Boston cuando chocó con las rocas cerca de las Farallones y se hundió en 1863.

Tras sumergir el vehículo de control remoto unos 300 pies, los expertos no vieron ningún resto físico del Noonday, aunque el sónar mostraba el perfil de lo que parecía un clíper.

"El Noonday está ahí. El sónar es muy claro. Pero no hay nada que sobresalga sobre el lecho marino", explicó Delgado.

Más tarde, en su tercer objetivo, los investigadores encontraron los restos del SS Selja, un carguero a vapor de 380 pies que se hundió al oeste de Point Reyes el 22 de noviembre de 1910.

El Selja transportaba bienes desde China a San Francisco en la densa niebla cuando chocó con otro barco, el SS Beaver. Dos tripulantes chinos murieron, pero el resto de la tripulación del Selja fue rescatada.

Las cámaras del sumergible de NOAA mostraron un pecio del Selja, varado sobre estribor y con el casco roto en varios puntos. Los restos se habían convertido en parte del ecosistema marino, y acogían a numerosos peces, anémonas y plantas.