Washington.- El presidente Barack Obama traerá el lunes en el avión presidencial a 11 familiares de víctimas de la matanza en la escuela Sandy Hook de Connecticut para que ayuden a persuadir a los congresistas en Washington a aprobar una ley de control de armas ante la gran oposición que afronta la iniciativa.

Una organización sin fines de lucro que trabaja con las familias, Sandy Hook Promise, dijo que al término del discurso de Obama sobre el control de armas en Hartford, el presidente viajará con parientes de siete niños y de otras personas víctimas de la matanza.

La Casa Blanca dijo que Obama argumentará que los legisladores están obligados a actuar en torno a las propuestas que él impulse debido a los niños muertos y las demás víctimas de la violencia derivada de las armas de fuego.

Una iniciativa sobre armas de fuego podría ser sometida a votación esta semana en el Senado una vez que los legisladores reanuden sus sesiones tras el receso de primavera.

Las familias de víctimas de la matanza en la escuela Sandy Hook desean conversar esta semana con senadores que hasta el momento no han expresado su apoyo a la legislación en memoria de los hijos que perdieron y el personal que murió en los hechos del 14 de diciembre.

La Casa Blanca les propuso el viaje para que también puedan asistir al discurso que pronunciará Obama antes de las acciones que ellos emprendan ante los legisladores.

"El grupo alienta a los senadores a que se unan en torno a las propuestas legislativas que por un lado salven vidas y por el otro respeten los derechos de los estadounidenses respetuosos de la ley (a poseer armas) previstos en la segunda enmienda", dijo Sandy Hook Promise en un comunicado.

Obama tiene previsto invocar el recuerdo de los 26 alumnos y personal asesinado en la escuela. Obama pronunciaba un discurso en la Universidad de Hartford, cerca del capitolio estatal, donde la semana pasada el gobernador promulgó algunas de las normativas más estrictas sobre armas de fuego en la nación.

Sin embargo, una legislación al respecto en Washington afronta un desafío mayor, debido a que el tiempo borra el recuerdo de las víctimas de los ataques a tiros en el país y la Asociación Nacional de Portadores de Armas (NRA, por sus siglas en inglés) efectúa una campaña formidable para impedir que los legisladores del Congreso federal apoyen cualquier disposición contra las armas.