WILMINGTON, Carolina del Norte. El paso del huracán Florence podría resultar en entre $17,000 y $22,000 millones de dólares en daños a propiedad y pérdida de producción económica, dijo el lunes una firma de consultoría. 

Ello significaría que Florence será uno de los 10 huracanes más costosos en azotar Estados Unidos. 

Los economistas de Moody's Analytics advirtieron que el cálculo podría ser revisado al alza cuando llegue más información sobre las inundaciones tierra adentro. 

El costo total de los huracanes ha estado aumentando debido al mayor número de construcciones en zonas costeras y al agravamiento de las inundaciones por el aumento en el nivel del mar. 

La cifra de muertos a consecuencia del meteoro se elevó a cuando menos 32. 

En las labores de rescate, los equipos de salvamento utilizaron helicópteros y botes para rescatar a gente atrapada por ríos que siguen creciendo. 

“Gracias”, expresó un agotado Willie Schubert a los tripulantes de un helicóptero de la Guardia Costera que lo recogieron a él y a su perro Lucky del techo de una casa rodeada de agua en Pollocksville. Se desconoce cuánto tiempo llevaba allí. 

La víspera, los 120,000 habitantes de Wilmington quedaron aislados por las inundaciones. Para el lunes a mediodía, las autoridades abrieron un camino no identificado que conduce hacia la ciudad, la cual se encuentra en una península. Pero se desconoce si esa ruta permanecería abierta porque el río Cape Fear seguía creciendo. Y las autoridades no explicaron cuándo podrían estar despejados otros caminos. 

En algunos sitios finalmente dejó de llover y el sol se asomó, pero el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, advirtió que el agua permanecerá peligrosamente elevada durante días. Exhortó a los habitantes que fueron evacuados de las áreas más golpeadas a que no regresen debido a que aún hay caminos cerrados e inundaciones que sumergieron comunidades enteras. 

“Están pasando muchas cosas”, declaró en una conferencia de prensa. 

Aproximadamente dos docenas de camiones con alimentos preparados por las fuerzas armadas y agua embotellada fueron entregados durante la noche en Wilmington, la octava ciudad más grande del estado, señalaron las autoridades. 

Los equipos de emergencia han efectuado unos 700 rescates en el condado New Hanover, donde más del 60% de las viviendas y los negocios carecen de servicio eléctrico, señalaron las autoridades. 

Para empeorar las cosas, líneas eléctricas derribadas y árboles rotos atravesaban muchos caminos en Wilmington tres días después de que Florence tocó tierra. En los golpeados vecindarios flotaba el olor a pinos rotos. 

En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump dijo que casi 20,000 efectivos militares y trabajadores federales fueron emplazados para que ayuden en la recuperación. 

“Haremos todo lo que sea necesario para mantener a salvo al pueblo estadounidense”, afirmó. 

Florence, que en un momento dado fue un huracán de categoría 4, seguía siendo de gran tamaño. Imágenes de radar mostraban partes de la tormenta sobre seis estados. 

El meteoro, ahora como depresión tropical, aún genera lluvia abundante y vientos de unos 50 kilómetros por hora (30 millas por hora), y los meteorólogos prevén que gire hacia el noreste, donde podría arrojar hasta 101 milímetros (cuatro pulgadas) de precipitaciones antes de que vuelva a salir al mar.