Los fiscales no pretender procesar a los reporteros por hacer su trabajo, pero pueden tratar de hacer que revelen sus fuentes, señaló un alto funcionario del Departamento de Justicia de Estados Unidos el domingo. 

“Vamos tras el soplón, no tras el periodista. Vamos tras personas que cometen delitos”, dijo el subsecretario de Justicia, Rod Rosenstein, al programa “Fox News Sunday” apenas dos días después de que funcionarios pidieran medidas drásticas para impedir las filtraciones de información del gobierno que, aseguran, minan la seguridad del país. 

De cualquier forma, Rosenstein dejó abierta la posibilidad de que los reporteros puedan ser investigados por violar otras leyes, que no especificó. 

El viernes, el funcionario había declinado emitir comentarios cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que los fiscales traten de enviar a prisión a periodistas. 

Los funcionarios revisan en la actualidad las directrices que dificultan que los fiscales citen a declarar a los periodistas acerca de sus fuentes, reiteró Rosenstein el domingo. 

Dijo que los “obstáculos procesales” pueden estar retrasando las investigaciones sobre las filtraciones. Sin ofrecer detalles, aseguró que el número de esas investigaciones se ha triplicado durante los primeros meses del gobierno del presidente Donald Trump. 

Mientras tanto, un funcionario del gobierno del expresidente Barack Obama hizo eco de las preocupaciones de Rosenstein. 

“Las filtraciones están ahora muy mal. Nunca las había visto tan mal”, aseguró el exsecretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, al programa “Face the Nation” de la cadena CBS. Pero advirtió que si el Departamento de Justicia persigue a reporteros por indagar sus fuentes podrían tener consecuencias inesperadas. 

“Antes de decidir enfrentarse a periodistas, reporteros y quizás citar judicialmente a sus fuentes, debe estar alerta de que las cortes van a involucrarse y eso tiene el potencial de crear un mal precedente legal en esta área”, dijo Johnson.