Lo poco agrada y lo mucho enfada. Sí, incluso los orgasmos. Solo pregúntenle a Dale Decker, el estadounidense de 37 años que tiene alrededor de 100 orgasmos al día y prácticamente ninguno a causa de estímulo sexual.

Decker sufre de una condición llamada Persistent Genital Arousal Syndrome, que se traduce al español como síndrome de excitación genital persistente. La primera vez que sintió los síntomas fue cuando se le salió un disco de sitio e iba  camino al hospital. En el trayecto eyaculó cinco veces, y desde entonces no ha parado.

“Imagínate que estás de rodillas junto al féretro de tu papá en el funeral, despidiéndote de él, y de pronto tienes nueve orgasmos ahí mismo rodeado por toda tu familia’, explicó Decker a Bancroft Media, según reseñó el New York Post.

“Te dan ganas de no volver a tener un orgasmo en tu vida. No hay ningún tipo de placer en ello aunque físicamente pueda sentirse bien. Te asquea lo que te está ocurriendo”, lamentó el hombre, casado y con dos hijos.

Decker señala que la condición ha afectado seriamente su vida, ya que no puede salir a ninguna parte sin eyacular. Peor aún, su relación con su esposa, April, ha sufrido muchos cambios debido a que él no puede satisfacerla sexualmente.

“No hacemos cosas que un hombre y su esposa deberían hacer y peleamos acerca de lo que nos está afectando. Como a veces tiene episodios durante la noche, hemos decidido dormir en camas separadas”, expresó April. 

Para la doctora Dena Harris, quien ha atendido a varias mujeres que padecen de la misma condición, Decker está muy necesitado de ayuda y teme que la situación se pueda poner peor. 

"Es un espasmo horrendo e incluso puede llegar a ser doloroso. El suicidio siempre es una preocupación cuando se trata de personas con esta condición, ya que no ven ninguna otra forma de escapar de ella", manifestó la galena al New York Post.