Expertos médicos que estudian la propagación del ébola afirman que la ciudadanía debería esperar la aparición de nuevos casos en Estados Unidos para fines de año ante la llegada de más personas infectadas procedentes de África occidental, como médicos y enfermeras estadounidenses que regresan de la zona más afectada y personas que huyen de la mortal enfermedad.

Pero, ¿cuántos casos?

Nadie sabe con certeza cuántos enfermos aparecerán en Estados Unidos o en otras partes, pero los científicos han hecho cálculos sobre modelos que sopesan cientos de variables, como las nuevas infecciones diarias en África occidental, tráfico de las aerolíneas a nivel mundial y posibilidades de contagio.

Esta semana, diversos expertos en enfermedades infecciosas hicieron simulaciones para The Associated Press. Algunos escenarios predicen pocos casos nuevos, uno o dos, mientras que el peor de los supuestos incluiría 130 enfermos de ébola para finales de 2014.

"No creo que vaya a haber un gran brote aquí, no", declaró el doctor David Relman, profesor de enfermedades infecciosas, microbiología e inmunología en la escuela de medicina de la Universidad de Stanford. "Sin embargo, en la mejor de las situaciones podemos decir en este momento que es bastante posible que toda ciudad importante registrará al menos un número reducido de casos", agregó.

Relman es miembro fundador del consejo asesor para bioseguridad del Departamento de Salud y Servicios Humanos y preside el foro sobre amenazas microbianas de la Academia Nacional de Ciencias.

A la fecha, las proyecciones difundidas en las principales publicaciones médicas de la Organización Mundial de la Salud y el organismo federal Centros para el Control y Prevención de Enfermedades se han enfocado en los peores escenarios para África occidental; las conclusiones son que los casos en Estados Unidos serán por episodios pero mínimos. Sin embargo, los expertos han declinado especificar cifras reales.

Las proyecciones son complicadas, pero el ébola ha sido un virus bastante predecible: es extremadamente infeccioso, contagioso sólo por contacto con fluidos corporales y los síntomas aparecen más tardar en 21 días.

El comportamiento humano es mucho menos predecible: las personas viajan en avión, se estrechan la mano, tienen diagnósticos equivocados e incluso mienten.

El experto en riesgo de pandemia Dominic Smith, director para riesgos de vida en la firma RMS —líder en la realización de modelos de catástrofes con sede en Newark, California— efectuó esta semana una simulación que proyectó de 15 a 130 casos entre ahora y finales de diciembre. La cifra corresponde a menos de un caso por cada dos millones de personas.

Smith supone con su método que la mayoría de los casos llegados del exterior a Estados Unidos serán profesionales médicos estadounidenses que trabajaron en África occidental y regresaron al país.

Smith señaló que el extremo elevado podría ser un cálculo sobreestimado porque no incluye las medidas automáticas de cuarentena puestas en marcha en algunas regiones de Estados Unidos.

Esos periodos de aislamiento de las personas infectadas "podrían reducir el número de contactos en los casos importados, así como aumentar la carga de viaje —e incluso reducir el número— de voluntarios estadounidenses que tienen previsto apoyar la campaña (contra el ébola) en África occidental", agregó.