NAPLES, Florida. Los bordes externos del huracán Irma generaban oleaje y agitaban palmeras a medida que éste se acercaba el sábado hacia Florida con vientos de 201 kph (125 mph) por una nueva ruta en la que podría azotar Tampa y no Miami. 

Tampa no ha sufrido los efectos directos de un huracán de grandes dimensiones en casi un siglo. 

El viraje hacia el oeste que anunciaron los meteorólogos durante la noche tomó desprevenidas a muchas personas en la costa de Florida en el Golfo de México y causó abruptos cambios en los preparativos para enfrentar la tormenta. 

Se ordenaron un gran número de evacuaciones para la zona de Tampa y los albergues locales comenzaron a llenarse. 

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El tiempo se agotaba con rapidez para quienes quisieran escapar antes de la llegada de la temible tormenta prevista para el domingo en la mañana. Irma _que en un momento dado fue el huracán más poderoso registrado en la historia en mar abierto en el Atlántico_ dejó más de 20 muertos en diversas islas del Caribe. 

“Esta es su última oportunidad para que tomen una buena decisión”, dijo el gobernador Rick Scott a los habitantes de las zonas que deben ser evacuadas en Florida. La medida afecta a 6,4 millones de personas, poco más de la cuarta parte de la población del estado. 

Durante días, los pronósticos apuntaban a que este temible huracán azotaría directamente la zona metropolitana de Miami, de seis millones de habitantes, en la costa de Florida en el Atlántico. 

Sin embargo, ese vaticinio cambió pronto. Los expertos dijeron ahora que afectaría la costa occidental del estado, yéndose hacia la zona de Tampa Bay el lunes en la mañana. 

La zona metropolitana de Miami aún podría ser afectada por vientos huracanados que podrían causar pérdida de vidas. 

Tal y como fue pronosticado, Irma comenzó a hacer un gran viraje hacia la derecha en el extremo sur de Florida el sábado en la noche que podría llevarlo hacia el norte por la costa oeste del estado. 

Ningún huracán de grandes dimensiones ha afectado a Tampa desde 1921, cuando tenía unos 10,000 habitantes, dijo el portavoz del Centro Nacional de Huracanes, Dennis Feltgen. Ahora viven unos tres millones de personas en el área. 

Con su nueva trayectoria, el meteoro amenaza todo, desde las animadas ciudades mellizas de Tampa y St. Petersburg, hasta las mansiones y canales con yates de Naples, los asilos para ancianos de Sun City Center, y las playas llenas de conchas de la isla Sanibel. 

Sin embargo, antes del mediodía del sábado, pocos negocios en St. Petersburg y en sus islas habían colocado tablas o postigos antihuracanes en sus ventanas, y algunos locales lamentaron el cambio del pronóstico meteorológico. 

“Durante cinco días se nos dijo que pegaría en la costa este y después, 24 horas antes de que llegue, nos dicen ahora que lo hará por la costa oeste”, afirmó Jeff Beerbohm, empresario de 52 años de St. Petersburg.