Parecería que Jon Stewart tiene un chiste para todo, incluso para satirizar los hechos más serios que discute a diario en su programa The Daily Show, pero ayer, al abordar la brutal matanza de nueve negros en una iglesia de Carolina del Sur, el comediante no encontró palabras para hacer reír.

En su lugar, Stewart ofreció un breve mensaje introductorio a su programa en el que expresó su profunda frustración y desconcierto por la tragedia que ha consternado a Estados Unidos, país que ha estado sumido en una cruda crisis racial por el pasado año tras varios incidentes que abierto viejas heridas y han evidenciado cómo el racismo continúa latente en la nación.

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