HOUSTON— Una semana después de que Harvey tocó tierra en Texas con fuerza de huracán, miles de familias sufren por las pérdidas humanas y materiales. Algunas apenas pueden celebrar funerales para las víctimas de la tormenta y otras regresan a sus casas para ver si pueden salvar sus pertenencias.

A continuación, un vistazo de lo que sucede en la región afectada:

Los muertos

El número de muertos por la tormenta suma 42. Las familias que perdieron a sus seres queridos están recordando a las víctimas con funerales y servicios conmemorativos.

El servicio religioso del mexicano Benito Juárez Cavazos, de 42 años de edad, fue uno de los primeros para las víctimas confirmadas de Harvey.

En Houston, los familiares de Juárez Cavazos, que fue arrastrado por las aguas de la inundación dejada por Harvey, recordaron su carácter feliz y generosidad. Dijeron que era una persona despreocupada, siempre sonriente, que nunca faltaba a una fiesta en la que hubiera cervezas y era capaz de dar su último dólar a un amigo.

Juárez Cavazos llegó ilegalmente a Texas cuando era adolescente y 28 años después estaba en proceso de recibir su tarjeta de residente pero murió durante las inundaciones causadas por Harvey.

Trabajaba en un taller de reparación de autos y había recibido recientemente un permiso de trabajo así como una tarjeta del Seguro Social. Tenía programada una cita para conseguir la residencia permanente el día después de que se ahogó, dijeron sus primos el viernes durante un servicio religioso celebrado en su memoria.

El funeral de Ola Mae Winfrey-Crooks, de 82 años, estaba programado para el sábado más tarde. Ella se ahogó cuando su coche fue arrastrado de un camino cerca del río San Jacinto, cerca de su casa al norte de Houston.

También había planes el sábado en memoria de Ruben Jordan, de 58 años, un exentrenador de fútbol y carreras de una escuela secundaria, quien desapareció mientras conducía durante la tormenta.

Regresando a casa

Miles de personas que regresaron a sus hogares por primera vez después de una orden de desalojo se encontraron con estructuras devastadas. Se calcula que unas 156,000 viviendas en el condado de Harris, o más del 10% de todos los inmuebles en el condado, fueron dañados por inundaciones, según el distrito.

Silvia Casas y su familia fueron algunas de las personas que evaluaban la destrucción el viernes en su vecindario, cerca de Crosby. Su casa fue una de las pocas estructuras que no fueron arrastradas por las aguas, pero en el interior había muebles apilados y pertenencias dañadas.

"Vamos a extrañar este lugar", dijo la mujer.