Shanghai.- Desde que su padre fue elegido presidente de Estados Unidos, las ventas globales de productos de Ivanka Trump han crecido y su empresa ha solicitado al menos nueve marcas comerciales en Filipinas, Puerto Rico, Canadá y Estados Unidos, indicios de que la maquinaria comercial de la marca Ivanka sigue en marcha mientras la primera hija se labra una carrera política en su oficina del Ala Oeste.

Sus ventas batieron récords en 2017 pese a los boicots y a que varias tiendas redujeron su catálogo de productos de la compañía. Las importaciones, casi todas de China, subieron en torno a un 166% el año pasado, mientras que las ventas alcanzaron niveles récord en 2017.

La marca, que sigue siendo propiedad de Trump, dice que su distribución está creciendo. Ha lanzado líneas de moda deportiva y de joyería asequible y trabaja para ampliar su presencia global en propiedad intelectual. Además de solicitar las nuevas marcas comerciales, Ivanka Trump Marks LLC ha obtenido aprobación provisional del gobierno chino para cuatro nuevas marcas comerciales de que su padre asumió el cargo.

Las leyes penales sobre conflictos de interés prohíben que empleados federales como Ivanka Trump y su esposo participen en asuntos del gobierno que puedan tener efecto en sus intereses financieros o los de su cónyuge. Algunos alegan que cuanto más crezca su negocio, más amenaza con reducir la capacidad de dos de los asesores de mayor confianza del presidente para ofrecer consejos creíbles en temas clave como comercio, propiedad intelectual y el valor de la moneda china.

Trump se ha distanciado de la gestión cotidiana de su marca y ha traspasado sus activos a un fondo gestionado por la familia, valorado en más de 50 millones de dólares. En una entrevista reciente con CBS News, alegó que su negocio iría incluso mejor si no se hubiera mudado a Washington e impuesto restricciones a su equipo para asegurarse de que "cualquier crecimiento se da con extrema cautela".

Las nuevas solicitudes de marcas piden el derecho a colocar el nombre de Ivanka en lencería en Estados Unidos, ropa de bebé en Filipinas, bolsos en Puerto Rico y perfumes en Canadá, entre otras cosas. Estos registros pueden utilizarse para expandir un negocio o para defenderse ante imitaciones. Tienen implicaciones éticas para funcionarios públicos porque los conceden gobiernos extranjeros y pueden ser muy valiosos.

En un comunicado, la marca señaló que las solicitudes no estaban firmadas por la propia Trump y añadió que no son "necesariamente" un indicio de planes de expansión.

Ivanka Trump Marks LLC tiene más de 180 marcas registradas y pendientes de resolución en países como China, Japón, México, Turquía, Israel, Canadá y Arabia Saudí. Sólo en China, la empresa tiene 32 registros pendientes.

Ivanka y Kushner han asumido papeles destacados en el gobierno como interlocutores con China. Norman Eisen, que fue abogado jefe de ética en la Casa Blanca de Barack Obama, dijo que él "jamás lo habría permitido".

"Ivanka tiene tantos lazos y conflictos con China, sin embargo ella y Jared parecen muy implicados en los contactos y política sobre China", señaló. "Por su propio bien y el del país, Ivanka y Jared deberían considerar retirarse de las cuestiones de China".

Jamie Gorelick, abogada de Ivanka Trump, dijo que ella y su esposo se mantendrían apartados de cuestiones concretas que puedan afectar a su negocio, pero que no tienen una obligación legal de retirarse de amplios temas de política como el comercio con China.

"Las normas de ética restringen la participación de 'asuntos particulares' centrados en los intereses de una clase discreta e identificable", señaló. "La política exterior hacia China no es un tema concreto: afecta a diversos intereses nacionales y a todos los sectores de la sociedad".