Mientras la costa este de Estados Unidos se recupera de una aparatosa tormenta invernal preñada de nieve y hielo, la costa occidental es ahora la que se ve amenazada por la posibilidad de lluvias e inundaciones.

Por lo menos cuatro personas murieron debido a la tormenta en la costa este, que arrojó más de 30 centímetros (un pie) de nieve, causó la caída de un exgobernador de Mississippi en la entrada de su casa y obligó a cancelar las clases en Carolina del Norte.

Sin embargo, en el oeste, los meteorólogos pronostican aguaceros torrenciales en el norte de California y Nevada para los próximos días, así como una tormenta gélida en Oregon.

En el este, los peores problemas fueron en North Carolina, donde la nieve y el hielo alcanzaron los 25 centímetros (10 pulgadas) y cundió un frío tenaz. Se vaticina que las temperaturas no superarán el nivel de congelamiento hasta quizás el martes por la tarde, un problema de consideración ya que el hielo y la nieve hacen intransitables las carreteras. Una persona murió en el condado Montgomery cuando un carro se resbaló y chocó contra un árbol, informó el gobernador Roy Cooper.

Las otras tres muertes vinculadas a la tormenta ocurrieron en Virginia, Georgia y Kentucky y las autoridades dijeron que todas se debieron a accidentes viales en carreteras cubiertas de hielo. Hubo otros accidentes de tránsito pero no se ha confirmado que fueron producto del mal tiempo.

La mañana del lunes, las temperaturas en North Carolina oscilaban entre los 17 grados centígrados bajo cero (cero grados Fahrenheit) en Reidsville y Roxboro, y 2 grados centígrados bajo cero (29 grados Fahrenheit) en Cape Hatteras.

El Servicio Nacional de Meteorología emitió alertas para 75 de los 100 condados de North Carolina el lunes. Se recomendó a la población abstenerse de manejar sus vehículos debido a la nieve, el hielo y las gélidas temperaturas.

Hubo una buena noticia: Dos acampantes que se perdieron en medio del frío en las montañas de North Carolina, sin alimentos ni agua y calentándose solo gracias a una fogata rudimentaria, fueron rescatados con vida, enterrados hasta la cintura en nieve. Un helicóptero con un detector de calor los halló a eso de las 5 de la tarde del sábado en la zona Shining Rock, a unos 40 kilómetros (25 millas) al sudoeste de Asheville.

Las escuelas en North Carolina cancelaron sus clases debido en parte a la mala condición de los caminos, pero también debido a las temperaturas gélidas que hacían demasiado peligroso que los niños estén a la intemperie esperando sus autobuses y que dificultaban la calefacción en los edificios.