No destape la champaña todavía.

Aunque el Congreso llegue a un acuerdo de última hora para evitar la mora en los pagos de la deuda soberana y reanudar las funciones del gobierno, los funcionarios electos probablemente vuelvan a las enconadas batallas de riesgos calculados, quizás repetidamente.

Porque las negociaciones entre la Cámara y el Senado apenas han tocado las causas subyacentes del estancamiento sobre la deuda y el gasto que colocó al país muy cerca de una crisis económica en 2011, en diciembre pasado y otra vez este mes.

El martes pasado, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, retiró sus esfuerzos por redactar una ley para elevar el techo de la deuda y reanudar las operaciones del gobierno. Los representantes esperan ahora que el Senado actúe, lo que pudiera demorar una resolución final más allá del jueves, cuando funcionarios federales dicen que se quedarán sin dinero para pagar las cuentas.

Pero muchos en el Congreso esperan una resolución, aunque sea unos días tarde. En el mejor de los casos, los legisladores y la Casa Blanca acordarán financiar el funcionamiento del gobierno y aumentar el límite de la deuda durante unos meses. También pedirán otro esfuerzo bipartidista para solucionar las causas fundamentales de la deuda, como el crecimiento restringido de los ingresos y los programas de prestaciones sociales que aumentan automáticamente.

Pero muchos no han visto cambios en la dinámica política que ha socavado esfuerzos pasados por lograr un acuerdo para poner fin al ciclo de enfrentamientos calculados y amenazas a la economía.

Los republicanos siguen absolutamente opuestos a aumentos de impuestos. Grupos de interés y muchos demócratas, por su parte, siguen opuestos a reducciones a los beneficios del Seguro Social y el Medicare. Y las normas del Congreso tientan a los legisladores a amenazar con crear el caos, como hacer que el país caiga en la mora de los pagos sobre su deuda, si el partido opuesto no cede a sus demandas.

"Probablemente vamos a pasar por esto unas cuantas veces más", dijo Bob Bixby, de la bipartidista Concord Coalition, que defiende reformas en el presupuesto. Pero incluso si un acuerdo resulta aprobado en la Cámara, el Senado y la Casa Blanca, Bixby dijo que dejará intactos problemas fundamentales por los que "no han hecho nada para tratar de solucionar".

Henry J. Aaron, experto de la Institución Brookings que apoya tomar medidas judiciales sin precedentes para evitar enfrentamientos similares sobre la deuda, concuerda en que tres o cuatro meses de relativa tranquilidad es una victoria muy pequeña. "Si todo lo que logramos es repetir esta farsa, no habremos logrado mucho", aseveró.