Nueva York. — La campaña en pos de un salario mínimo de 15 dólares, que comenzó en el sector de comidas rápidas se extendió en magnitud y alcance el miércoles para incluir a una gama de trabajadores que dicen que sus bajas pagas son una forma de injusticia económica.

Organizadores de las protestas dijeron que se planeaban marchas para más de 230 ciudades y campus universitarios, además de decenas de ciudades en otros países.

En la ciudad de Nueva York, más de 100 manifestantes con carteles que decían "Vemos avaricia" se congregaron en las afueras de un restaurante de McDonald's alrededor del mediodía, lo que hizo que los gerentes cerrasen las puertas para impedir que la muchedumbre entrara.

Manifestantes se tendieron en la acera y algunos llevaban sudaderas que decían "No puedo respirar", en alusión a la muerte reciente de un hombre negro en Nueva York tras ser controlado con una llave de asfixia por la policía.

Timothy Roach, un empleado de Wendy's de Milwaukee, Wisconsin, que viajó a Nueva York para las protestas, dijo que la brutalidad policial que enfrentan los hombres negros está vinculada con la forma en que son vistos por los empleadores y la falta de oportunidades económicas que tienen. Dijo que las protestas eran importantes para enviar un mensaje a quienes están a cargo en compañías como McDonald's.

"Si ellos no ven que es algo que nos importa a nosotros, entonces no les va a importar a ellos", dijo.

En Jackson, Mississippi, unas 30 personas protestaron en un McDonald's antes de ser expulsados. Los organizadores dijeron que aproximadamente la mitad de los manifestantes eran empleados de McDonald's, aunque un representante de McDonald's Corp. dijo que su equipo local concluyó que solamente uno de los participantes era un empleado de la compañía en la región.

Uno de los manifestantes fue arrestado por entrada ilegal.
Manifestantes se congregaron además en las afueras de restaurantes de McDonald's en ciudades como Denver y Los Ángeles, luego de protestas el martes en Boston y Detroit. En Albany, Nueva York, unas 150 personas marcharon y se congregaron frente a un McDonald's.

La iniciativa tiene lugar dos semanas después que McDonald's anunció un aumento salarial para sus trabajadores, lo que indica que la cadena de restaurantes trata de mejorar su imagen como empleador.

La campaña, denominada “Fight for $15”, es encabezada por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en inglés) y comenzó a fines del 2012. Desde entonces ha abarcado a otros trabajadores de bajos salarios, como los de los aeropuertos y los de los servicios de atención domiciliaria. Los profesores asistentes se sumaron a las manifestaciones el miércoles, que se planean para más de 230 ciudades y predios universitarios.

Kendal Fells, director de organización de la campaña Fight for $15 (Lucha por 15) dijo que McDonald's sigue siendo un objetivo central de la protesta y que el reciente aumento dispuesto por la cadena revela que los trabajadores de comida rápida ya tienen un sindicato de facto. "Demuestra que los trabajadores están ganando", afirmó.
McDonald's dijo hace unos días que aumentaría su salario base un dólar arriba del salario mínimo local, y que daría a los trabajadores la capacidad de recibir tiempo libre pagado.

Pero sólo aplica a los trabajadores en los comercios pertenecientes a la compañía, que representa apenas un 10% entre más de 14,300 locales.

McDonald's, Burger King y Wendy's dicen que no controlan las decisiones de los restaurantes concesionados. Pero el SEIU responsabiliza también a McDonald's Corp. por las condiciones laborales en las franquicias.

En un comunicado enviado por correo electrónico, McDonald's dijo que respeta el derecho a las "protestas pacíficas" y afirmó que sus restaurantes permanecerían abiertos el miércoles. En el pasado, dijo que apenas de 10 a 15 de sus 800,000 trabajadores habían participado.
Mientras tanto los organizadores sindicales siguen buscando apoyo público para los trabajadores de bajo salario. Un estudio financiado por el SEIU dijo que las familias de los trabajadores dependen de $153,000 millones de asistencia pública por año como resultado de su escasa paga.

Los organizadores dijeron que la campaña Lucha por $15 está cambiando la opinión pública sobre el tema.

El año pasado, más de una docena de estados y numerosas ciudades aumentaron sus salarios mínimos, según el proyecto Nacional de Derecho del Empleado.

Wal-Mart Stores Inc., que también había sido objeto de protestas en reclamo de mejor paga y mejor trato para sus empleados, también anunció recientemente aumentos salariales.

Robert Reich, ex secretario de trabajo y profesor de política pública en la Universidad de California en Berkeley, dijo que los salarios estancados para los trabajadores de menor paga ayudan a cambiar la imagen negativa de los sindicatos.

"La gente empieza a preguntarse si realmente están mejor sin poder de negociación", comentó Reich.

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