Rechazo, críticas, duros cuestionamientos, pero también apoyo ha recibido una madre que resolvió castigar a su hija –autora de “bullying” sobre algunas compañeras- con la misma moneda. 

El hecho tuvo lugar en la ciudad de Murray, Utah, donde Ally decidió que su hija de 10 años Kaylee experimentara la misma tristeza y dolor que sus compañeras, de las que ella se reía por su forma de vestir. 

Según los diarios y la televisión local, cuando la progenitora fue informada del accionar de su hija, tomó su ropa del clóset, la guardó y salió de compras. El resultado fueron vestidos muy aseñorados y feos los que obligó que su hija usara por dos días para ir a la escuela. 

Y como era de esperar, la niña fue víctima de “bullying”  de vuelta. Al regresar a casa, la pequeña le aseguró a Ally que había aprendido la lección. 

El tema es que hoy las redes sociales se dividieron. Algunos cibernautas aplauden el accionar de la madre, mientras que otros lo rechazan y consideran que denigrar a un hijo no es el camino para enseñarle. Plantean que, en cambio, debió obligarla a reparar el daño hecho con su “bullying”

Algunos especialistas sostienen que incluso lo único que la madre consiguió fue que se sintiera humillada y luego, enojada.

El hecho, que se conoció la semana pasada ha trascendido las fronteras y hoy es ampliamente debatido.