San Francisco.- La madre de un joven negro que murió baleado por la policía de San Francisco ha presentado una demanda federal de derechos civiles, afirmando que los agentes dispararon sin necesidad en un incidente que fue grabado en video y difundido por internet.

Cinco agentes de la policía de San Francisco mataron a tiros a Mario Woods, de 26 años, la tarde del 2 de diciembre después de que, afirmaran, se negara a soltar un cuchillo de 20 centímetros (8 pulgadas) que llevaba. La policía respondía a un aviso por apuñalamiento en el humilde barrio de Bayview cuando encontraron y rodearon a Woods.

Dos videos del incidente han circulado mucho por internet, sembrando indignación entre activistas y líderes comunitarios. Durante reuniones comunitarias esta semana, varias personas han pedido la renuncia del jefe de policía Greg Suhr y que los agentes que dispararon afronten cargos penales.

Docenas de manifestantes marcharon el viernes por las calles hasta el ayuntamiento de San Francisco. Algunos llevaban carteles pidiendo la dimisión de Suhr. La policía montaba guardia a distancia.

"Esto ocurrió bajo su mando", afirmó Sam Sinyangwe, de 25 años. La multitud se dispersó en torno a las 3 de la tarde, dijo Sinyangwe.

Suhr dijo que la policía investiga el tiroteo con el fiscal del distrito y la Oficina de Quejas de Ciudadanos de la ciudad. Además, el jefe de policía señaló que el departamento está revisando las políticas y procedimientos sobre "uso de la fuerza" y pidió que se equipe al departamento con pistolas eléctricas aturdidoras. Los departamentos de Detroit y San Francisco son los únicos en ciudades de más de 500,000 habitantes que no equipan a los policías con pistolas eléctricas.

Los cinco agentes que dispararon están de baja administrativa pendientes de la investigación.

El departamento hizo públicos sus nombres el viernes por la noche. Se trata de Winson Seto, Antonio Santos, Charles August, Nicholas Cuevas y Scott Phillips. No se publicaron otros detalles sobre ellos.

Martin Halloran, presidente del sindicato de policías, dijo que los agentes actuaron de forma adecuada y dispararon después de que Woods no se detuviera pese al empleo de gas pimienta y un arma que disparaba bolsas rellenas de fragmentos de plomo, un proyectil no letal.

"Con peatones inocentes cerca y un comportamiento errático del sujeto, la amenaza para la vida era inminente", afirmó Halloran. "Sin otras opciones disponibles, los agentes se vieron obligados a utilizar sus armas".

Suhr dijo el miércoles en una rueda de prensa que la policía abrió fuego cuando parecía que Woods alzaba el cuchillo y se acercaba a los agentes. El abogado John Burris, que representa a la familia de Woods, cuestionó esa versión el viernes y mostró un video de un testigo que no se había publicado antes. Woods nunca alzó los brazos, dijo Burris.

"Ninguno de los videos muestran al señor Woods planteando una amenaza inminente para nadie antes de ser cosido a balas de la cabeza a los pies", afirmó la demanda.

La madre y los dos hermanos de Woods asistieron a la rueda de prensa y lloraron mientras se mostraba el video en una gran pantalla. En el video se oía a la mujer que grabó el incidente implorando a Woods que deje el cuchillo mientras él se tambalea por la vereda, aparentemente con la mano sobre una lesión en el lado izquierdo del cuerpo. Se ve a un agente que se interpone en el camino de Woods en la acera unos segundos antes de que la policía dispare.

Burris también mostró cuatro imágenes de Woods tomadas en la morgue. Su cuerpo tenía 20 heridas de bala, incluida una en la parte de atrás de la cabeza, añadió el abogado.

Durante una breve intervención en la que no pudo parar de llorar, la madre de Woods dijo el viernes que su hijo era "lo mejor de mí". Woods había salido de prisión poco antes tras cumplir una condena por robo.

"Él era lo mejor de mí y se redimió", afirmó Gwendolyn Woods. "Lo hizo. Se redimió. Era lo mejor de mí".

Los hermanos de Woods declinaron hacer comentarios.