El alcalde de Berkeley, un suburbio de St. Louis, Missouri, exhortó a la calma el miércoles después de que un agente blanco matara a un negro de 18 años que según la policía le apuntó con una pistola, lo que reavivó las tensiones que han persistido desde la muerte de Michael Brown en el vecino Ferguson.

Unas 300 personas llegaron a la gasolinera donde Antonio Martin fue baleado el martes por la noche y arrojaron piedras y ladrillos en una escena que hizo recordar las protestas en ocasiones violentas que siguieron a la muerte de Brown, un joven negro que estaba desarmado y que fue baleado por un agente blanco.

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El miércoles se congregó un grupo más pequeño. Docenas de manifestantes se reunieron en la gasolinera para una vigilia, y después marcharon a la Interestatal 170, en ocasiones bloqueando el tráfico, antes de volver al establecimiento, según medios locales. Entre seis y ocho personas fueron arrestadas, señaló el jefe de policía local, Frank McCall.

A diferencia del tiroteo con Brown, que no fue captado en video, el alcalde de Berkeley, Theodore Hoskins, dijo que las tomas de vigilancia parecen mostrar que Martin apuntó al agente con un arma cuando el oficial de 34 años lo cuestionaba a él y a otro hombre en relación con un robo en una tienda de enseres básicos.

"Uno ni siquiera podría comparar esto con Ferguson o el caso Garner en Nueva York", dijo Hoskins, refiriéndose a la muerte por asfixia de Eric Garner, otro hombre negro que falleció a manos de un policía blanco.

Hoskins, que es negro, hizo notar también que, a diferencia de Ferguson —donde una fuerza policial integrada en su mayor parte por blancos da servicio a una comunidad mayoritariamente negra_, más de la mitad de los agentes en esta ciudad de 9,000 habitantes son negros, incluidos funcionarios de los altos mandos.

Jon Belmar, jefe de la policía del condado St. Louis, no proporcionó más detalles en torno al robo sobre el que se le preguntó a Martin. El oficial dijo que Martin sacó una pistola 9mm cargada y el agente hizo tres disparos mientras trastabillaba hacia atrás. Una de las balas alcanzó a Martin, que no usó su arma. Murió en el lugar.

"No sé por qué el señor no disparó, ya sea que su pistola se trabó o no pudo quitarle el seguro", dijo el abogado Brian Millikan, que representa al policía. Consideró que el agente tiene suerte de estar vivo, y ciertamente que no tenía otra opción que utilizar la fuerza.

La policía en todo el país ha estado en alerta después de que dos agentes neoyorquinos fueran asesinados en una emboscada el fin de semana pasado por un hombre que había hecho comentarios amenazantes en internet sobre matar policías. Después, el agresor se suicidó.

La policía del condado de Saint Louis y de la ciudad de Berkeley están investigando la muerte de Martin, que Belmar describió como una tragedia tanto para la familia del fallecido como para el agente, que lleva seis años en el cuerpo.

"Cargará con el peso de esto el resto de su vida, desde luego por el resto de su carrera", dijo el jefe de policía sobre el agente. "No hay ganadores aquí".

El agente no llevaba su cámara corporal y la cámara del salpicadero de su auto no estaba activada porque no se habían encendido las luces de emergencia, dijo Belmar.

La policía difundió imágenes de video de tres ángulos distintos. En ellas puede verse a los hombres saliendo de la tienda cuando llega el auto patrulla. El agente baja y habla con ellos.

Unos 90 segundos después, uno parece levantar el brazo, aunque es difícil ver lo que sostiene porque estaban a varios metros de la cámara. Belmar dijo que se trataba de una pistola de 9mm con una bala en la recámara y cinco más en el cargador.

La policía buscaba el miércoles al otro hombre, que huyó corriendo.

Belmar dijo que Martin tenía antecedentes delictivos que incluyen tres cargos de agresión, cargos de robo a mano armada, acción delictiva armada y uso ilegal de un arma.

Los mensajes telefónicos que se les dejaron a sus padres no fueron devueltos. Su madre, Toni Martin-Green, le dijo al periódico St. Louis Post-Dispatch que Antonio era el mayor de cuatro hijos.

"Es como cualquier otro chico que tenía sueños y esperanzas", señaló. "Nos encantaba andar con él. Te hacía sonreír".

Es la tercera muerte a tiros de un sospechoso negro a manos de un policía blanco en el área de St. Louis desde el fallecimiento de Brown. Kajaime Powell, de 25 años, fue abatido el 9 de agosto tras acercarse a policías en St. Louis con un cuchillo. Vonderrit Myers Jr., de 18, murió el 18 de octubre luego de que presuntamente le disparó a un policía.

Todos los fallecimientos han generado protestas.