WASHINGTON— Asediado por la peor debacle en materia de privacidad de su compañía, el director general de Facebook, Mark Zuckerberg, libró el martes un interrogatorio a veces agresivo por parte de los legisladores, quienes lo acusaron de no proteger la información personal de millones de usuarios estadounidenses del intento de los rusos de interferir en las elecciones de Estados Unidos.

Durante unas cinco horas de interrogatorio en el Senado, Zuckerberg se disculpó varias veces por las fallas de Facebook, dio a conocer que su compañía está “colaborando” con el fiscal especial Robert Mueller en la pesquisa federal sobre la injerencia rusa y aseveró que está trabajando duro para cambiar sus propias operaciones, luego de que una empresa de análisis de datos recopiló información privada de millones de usuarios.

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Poco impresionado por sus palabras, el senador John Thune le dijo a Zuckerberg que su compañía tenía 14 años disculpándose por “decisiones desacertadas” relacionadas con la privacidad. “¿Por qué es diferente la disculpa de hoy?”, cuestionó Thune.

“Hemos cometido muchos errores en el manejo de la compañía”, respondió Zuckerberg, y Facebook debe trabajar más duro para garantizar que las herramientas que crea sean usadas de maneras “correctas y provechosas”.

La controversia ha dado pie a una avalancha de publicidad negativa y ha provocado el desplome de las acciones de su compañía, pero Zuckerberg parecía tener algo de éxito debido a que las acciones de Facebook subieron 4,5% el martes, la mayor ganancia en dos años.

En resumen, salió en gran medida ileso de su primer día de comparecencia en el Congreso. Zuckerberg, de 33 años, se enfrentará a los interrogadores de la Cámara de Representantes el miércoles.

El fundador de la red social más conocida del mundo compareció vestido con un traje y corbata, dejando de lado la camiseta que lo caracteriza. Aun así, su juventud proyectó un profundo contraste con sus inquisidores, de mayor edad y cabello cano, en el Senado.

Además, la enorme complejidad de la red social que Zuckerberg creó a veces venció los intentos de los legisladores de presionarlo sobre fallos específicos de Facebook y cómo solucionarlos.

Hay muchas cosas en juego tanto para Zuckerberg como para su compañía. Facebook ha enfrentado su falla más grave de privacidad luego de que se dio a conocer el mes pasado que la empresa de análisis de datos Cambridge Analytica, vinculada con la campaña presidencial de Trump de 2016, recopiló indebidamente información de unos 87 millones de usuarios de la red social. Zuckerberg ha ofrecido disculpas durante gran parte de las últimas dos semanas y también lo hizo en su comparecencia del martes.

Aunque se mostró nervioso en algunas ocasiones, pareció ganar confianza conforme transcurría el día. Zuckerberg, una icónica figura como empresario multimillonario que cambió la forma en la que las personas de todo el mundo se relacionan entre sí, evocó varias veces al dormitorio de la Universidad de Harvard, donde dijo que Facebook cobró vida.

En ocasiones demostró mucho temple. Después de preguntas agresivas sobre el supuesto sesgo político de Facebook por parte del senador Ted Cruz, por ejemplo, Zuckerberg sonreía.

“Eso estuvo muy bien”, dijo tras el diálogo que mantuvo con Cruz.

Sus respuestas cuidadosas pero a menudo directas, impregnadas de los detalles a veces oscuros de las funciones subyacentes de Facebook, repelieron la interrogación agresiva.

Cuando la situación se puso difícil, Zuckerberg recurrió a que “nuestro equipo debería dar seguimiento a eso con usted, senador”.

Como resultado, encontró relativamente fácil regresar a temas familiares como que Facebook cometió errores, que él y sus ejecutivos lo lamentan, y que están trabajando muy duro para corregir los problemas y salvaguardar los datos de los usuarios.

En cuanto a la pesquisa federal sobre la injerencia rusa que ha acaparado la mayor parte de la atención de Washington por meses, Zuckerberg dijo que no ha sido interrogado personalmente por el equipo de Mueller, pero “sé que estamos colaborando con ellos”. No proporcionó más detalles, argumentando inquietudes sobre las reglas de confidencialidad de la pesquisa.

A principios del año, Mueller acusó a 13 individuos rusos y a tres compañías rusas de ser parte de un plan para interferir en los comicios presidenciales de 2016 a través de una campaña de propaganda que incluía la compra de anuncios en línea usando sobrenombres estadounidenses y haciendo política en suelo estadounidense. Parte de la publicidad rusa estaba en Facebook.

Gran parte de la campaña estaba dirigida a desacreditar a la candidata demócrata Hillary Clinton y por consiguiente a ayudar al entonces candidato republicano Donald Trump, o simplemente a motivar la división y menoscabar la fe en el sistema de Estados Unidos.

Zuckerberg dijo que Facebook había sido inducido a creer que Cambridge Analytica había eliminado la información de los usuarios de Facebook que había recopilado, y destacó que había sido un “claro error”. Indicó que Facebook había considerado que la recolección de datos era un “caso cerrado” porque pensó que la información había sido desechada.