Washington.- La pequeña localidad de Newtown, Connecticut, que hace dos semanas sufrió una de las peores masacres de la historia de Estados Unidos, pidió hoy que cesen de momento las donaciones y los regalos que la gente está enviando espontáneamente en muestra de apoyo.

La ciudad se ha visto obligada a pedir que paren las donaciones ante la imposibilidad de manejar todo lo que recibe, y ha propuesto que esa generosidad se derive hacia otros colectivos con necesidades.

"Nuestros corazones se conmueven por el amor y el apoyo recibido de todos los rincones de nuestro país y del mundo", dijo la alcaldesa de Newtown, Patricia Llodra.

"Estamos luchando ahora para controlar el volumen abrumador de regalos y que la compasión y amabilidad de nuestra comunidad pueda manifestarse mediante la donación de dichos productos a otros niños y familias necesitadas en otras comunidades en el nombre de los muertos en la escuela elemental Sandy Hook del pasado 14 de diciembre", añadió.

"Gracias por entender nuestro mensaje de agradecimiento y nuestra necesidad de aplazar ahora los obsequios", insistió.

La ciudad ha recibido apoyo de todo el mundo después de que el joven Adam Lanza, de 20 años, abriera fuego en esa escuela primaria, y matara a tiros a 20 niños, seis empleados de la escuela y a su propia madre, antes de quitarse la vida.

Mientras tanto los investigadores siguen trabajando en dilucidar los motivos que llevaron al joven a perpetrar la masacre.

El jefe de la Oficina del Forense de Connecticut, a cargo de la investigación médica, ha enviado varias muestras de ADN de Lanza a genetistas de la Universidad de ese estado para que analicen su composición, según informó hoy la cadena ABC.

El estudio, que según los expertos puede ser el primero de este tipo, buscará encontrar alguna alteración o mutación en el ADN del joven que pueda explicar su comportamiento, aunque los científicos involucrados en el caso no han revelado más detalles.

El tiroteo de Newtown ha reabierto de nuevo el debate sobre la tenencia de armas en Estados Unidos y el presidente Barack Obama ya ha anunciado que promoverá una mayor regulación de las armas de asalto, los cargadores de gran capacidad y un mayor control de los antecedentes de aquellos que puedan tener acceso a armas y municiones.

Tras el trágico suceso, la opinión pública estadounidense se ha polarizado, de un lado los que abogan por la eliminación del derecho a portar armas, especialmente las más letales, y por otro aquellos que en su defensa apoyan que las escuelas y los centros de primaria estén protegidos con personal armado.

En el estado de Utah, cerca de 200 profesores han comenzado ya los entrenamientos para poder empuñar un arma en una situación como la que se dio en Newtown.