CLEVELAND, Ohio — Un niño de 12 años que murió el año pasado por disparos de un policía de Cleveland tenía sus manos en los bolsillos cuando recibió los balazos y no estaba intentando tomar una pistola de aire que portaba, según un experto contratado por la familia del menor para revisar cuadro por cuadro un video sobre el fatal incidente.

Tamir Rice no tuvo tiempo de sacar las manos de los bolsillos antes de recibir los disparos y sus manos no eran visibles para el agente, según el reporte publicado la noche del viernes por abogados de la familia de Tamir.

El nuevo informe y otros dos de expertos que ya fueron utilizados por la familia son los más recientes análisis de evidencia que se revelan en momentos en que un jurado investigador considera si se presentan cargos contra el policía involucrado en la muerte de Tamir.

El niño fue baleado después de que las autoridades recibieron un reporte sobre un hombre que portaba una pistola y apuntaba con ella afuera de un centro recreativo el 22 de noviembre de 2014. El policía novato que disparó a Tamir, Timothy Loehmann, dijo a investigadores que ordenó en varias ocasiones al niño "muéstrame tus manos" luego lo vio sacar un arma de su pretina y le disparó.

Resultó que Tamir portaba una pistola de aire no letal que dispara comprimidos de plásticos cuando Loehmann le disparó afuera del centro recreativo. Tamir murió un día después.

Reportes previos concluyeron que Loehmann disparó a Tamir dos segundos después de abrir la puerta de vehículo. El nuevo análisis determinó que sucedió incluso más rápido, en menos de un segundo, según la revisión del experto en reconstrucción de balaceras Jesse Wobrock, con residencia en California.

Con la ventana de la patrulla arriba, Tamir pudo no haber escuchado las órdenes de que mostrara sus manos, agregó Wobrock.

"El análisis científico y tiempo involucrado no sustenta ninguna aseveración de que hubo un intercambio significativo entre el agente Loehmann y Tamir Rice, antes de que él recibiera los balazos", señaló Wobrock.

Wobrock dijo que una comparación de la ubicación de una perforación de bala en la chaqueta de Tamir con la ubicación de la herida en su cuerpo indicaba que el niño había levantado su brazo, con su mano en el bolsillo, en el momento del disparo.

Otros dos expertos que revisaron previamente la balacera para la familia de Tamir observaron el nuevo análisis cuadro por cuadro —revelado por el fiscal del condado— y también llegaron a la conclusión de que Tamir no estaba intentando llevar su mano a la pretina cuando recibió el disparo.