ALBANY, Nueva York, EE.UU.-  El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, defiende un acuerdo tentativo del gobierno municipal de Nueva York con miembros de la comunidad judía ultraortodoxa sobre una tradición en materia de circuncisión.

Autoridades de salud han vinculado 17 casos de herpes infantil desde el año 2000 al antiguo ritual de succionar con la boca la sangre que brota del pene de niños pequeños sometidos a la circuncisión.

El nuevo acuerdo ya no exige que los que practiquen la circuncisión obtengan una autorización firmada antes del rito. Los circuncidadores se llaman mohels en idish.

Algunos expertos en salud han dicho que la ciudad necesita establecer más salvaguardas.

De Blasio dijo ayer que la antigua norma de exigir un consentimiento firmado era "extremadamente difícil de hacer cumplir" y ofendía a miembros de la comunidad.

También prometió que el gobierno municipal impedirá que cualquier mohel que infecte a un niño con herpes siga realizando el rito.