La Casa Blanca no le pone plazos a una solución diplomática a la crisis en Siria, dijo el miércoles su portavoz poco después de que el presidente Barack Obama manifestó su respaldo con reservas a la propuesta rusa para que Damasco entregue su arsenal de armas químicas.

El secretario de prensa Jay Carney dijo que Estados Unidos no está interesado en tácticas dilatorias, sino en poner las armas químicas de Siria bajo control internacional, y "obviamente, llevará algún tiempo".

Carney dijo que el proceso de Naciones Unidas para redactar una resolución recién ha comenzado.

La medida de la ONU está diseñada para detener los planes para un ataque militar estadounidense en respuesta al uso de armas químicas en Siria.

Carney también dijo que Rusia, el principal aliado de Siria, se ha involucrado más en el asunto en los últimos dos días que en los dos años anteriores. Agregó que Rusia está "poniendo su prestigio en juego" para que Siria entregue sus arsenales de armas químicas.

Obama respaldó con reservas la propuesta de Rusia para que los inspectores internacionales incauten y destruyan las mortíferas armas químicas de Siria mientras los esfuerzos para impedir los ataques de represalia de Estados Unidos pasaban de Washington a las Naciones Unidas.

En un mensaje televisado al país el martes por la noche, Obama ofreció las razones para una mayor intervención de Estados Unidos en una guerra civil sectaria que se ha prolongado por más de dos años, aunque admitió que convencer a los estadounidenses para que respalden otro conflicto en Medio Oriente sigue siendo difícil.

La continua erosión del apoyo en el Congreso para los ataques militares y la resistencia que ha provocado entre los estadounidenses subrayaban el difícil reto que se le presenta a Obama. El presidente dijo que les había pedido a los líderes legislativos que posterguen una votación sobre una resolución que autoriza ataques militares limitados, un paso que le da a la propuesta rusa un tiempo crucial y evita una posible derrota que podría debilitar a Obama, por lo menos por el momento.

En un discurso desde la Casa Blanca, Obama recordó el uso de armas químicas en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y las cámaras de gas de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial al insistir en que la comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados después del ataque del mes pasado en los suburbios de Damasco, que según Washington mató a más de 1.400 civiles, entre ellos 400 niños. El gobierno de Obama culpó al presidente sirio Bashar Assad.

"Si no actuamos, el régimen de Assad no tendrá razón alguna para dejar de usar armas químicas", destacó Obama.

El presidente indicó que era demasiado prematuro para decir si la propuesta rusa iba a tener éxito, y si algún acuerdo puede garantizar que el gobierno sirio cumpla con sus compromisos.

Sin embargo, la "iniciativa tiene la posibilidad de eliminar la amenaza de las armas químicas sin el uso de la fuerza, en particular porque Rusia es uno de los principales aliados de Assad", destacó Obama.

El presidente estadounidense dijo que su secretario de Estado, John Kerry, se reunirá el jueves en Ginebra con el ministro de relaciones exteriores ruso, Sergey Lavrov, para continuar negociando a través de los canales diplomáticos con el presidente ruso, Vladimir Putin. Asimismo, Obama anunció que Estados Unidos y sus aliados trabajarían con Rusia y China para presentar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU a fin de obligar a Assad a deponer sus armas químicas y más adelante destruirlas bajo control internacional.

Mientras tanto, los militares estarán listos, manteniendo una creíble presión sobre Assad.