Las autoridades de Ohio ejecutaron el miércoles al asesino de un niño, la primera ejecución del estado en más de tres años después de una prolongada búsqueda por sustancias para las inyecciones letales. 

Ronald Phillips fue ejecutado en la Correccional del Sur de Ohio en Lucasville. Fue sentenciado a muerte por violar y asesinar a Sheila Marie Evans, la hija de 3 años de su novia, en 1993. 

La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el martes su pedido de aplazamiento para que pueda continuar su apelación. 

Phillips y otros condenados a muerte apelaron infructuosamente el nuevo método de ejecución que incluye tres estupefacientes. Este método, que también se usa en otros estados, incluye el uso de un sedante que se ha usado en algunas ejecuciones problemáticas. 

Los abogados de Phillips califican el caso de trágico pero han argumentado que Phillips no era uno de los peores criminales. 

La última vez que Ohio ejecutó a un reo fue en enero del 2014.