LOS ÁNGELES. Un juez de Los Ángeles se aprestaba a exonerar el lunes a un hispano condenado por tres violaciones, luego de que las pruebas de ADN vincularon los delitos a un violador en serie que es buscado por sus agresiones desde hace dos décadas.

Luis Vargas ha estado en prisión durante 16 años por delitos que no cometió, de acuerdo con el Proyecto Inocencia de California de la Escuela de Leyes del Oeste de California, que se hizo cargo de su caso en 2012.

El portavoz Chris Saunders dijo que espera que el juez William Ryan deseche las condenas en la audiencia de la tarde.

Las pruebas de ADN descubrieron que los delitos por los que Vargas fue condenado fueron cometidos por el llamado Teardrop Rapist (violador de la lágrima), quien es conocido por un tatuaje de una lágrima cayendo de un ojo, afirmó Saunders. Los testigos vincularon a Vargas con el delito porque tenía un tatuaje similar.

El violador de la lágrima está vinculado por el DNA a 11 delitos y es sospechoso de 35 en total en toda el área de Los Ángeles, aseguró el Proyecto Inocencia. Está en la lista de los más buscados del FBI.

El día de su sentencia en 1999, Vargas dijo a la corte: "Me preocupa que el individuo que realmente cometió estos delitos podría realmente estar violando a alguien por ahí, podría realmente estar matando a alguien por ahí".

En agresiones que se remontan a 1996 sobre víctimas que oscilan entre los 14 y 41 años, en la mayoría de los casos el sospechoso intentó entablar una conversación con una mujer que caminaba al trabajo o a la escuela, entonces sacaba un arma, las obligaba a ir a una zona aislada y las agredía sexualmente, dijeron los oficiales. A menudo estaba armado con una pistola o un cuchillo. Cada uno de los ataques sucedió en la mañana, entre las 5 a.m. y las 8 a.m.

En 2012, la policía emitió varios bosquejos del sospechoso al que describían como un hispano de piel clara entre los 40 y 55 años.

Su característica más notable es el tatuaje que algunas de sus víctimas dijeron ver en su cara, pero eso era objeto de incertidumbre, pues algunas víctimas lo recordaban en un lado de su rostro y otras en el otro, además de que algunas mencionaban una lágrima y otras dos.

Las autoridades dijeron que incluso hubo alguna evidencia de que el hombre podría haberse quitado el tatuaje.