Texas.- Un juez ordenó el viernes a un hospital en Texas que retire el equipo médico de apoyo vital artificial a una embarazada con muerte cerebral, cuya familia ha argumentado que ella no deseaba que la mantuvieran en esa condición.

El juez R. H. Wallace Jr. emitió la orden en el caso de Marlise Muñoz. El Hospital John Peter Smith en Fort Worth ha mantenido a Muñoz con apoyo vital artificial contra la voluntad de su familia. El juez le dio al hospital de plazo hasta las 5 de la tarde del lunes para desconectarla. El centro médico no ha informado si planea apelar.

Muñoz tenía 14 semanas de embarazo y su esposo la encontró inconsciente el 26 de noviembre, posiblemente por un coágulo. Tanto la familia como el hospital acordaron que el feto no nacería vivo en este punto.

Sin embargo, el centro médico había argumentado que debía proteger la vida del producto. Por esta razón, no la ha declarado muerta y la mantiene bajo tratamiento pese a las objeciones de su esposo Erick Muñoz y sus padres.

"La señora Muñoz está muerta", dijo Wallace al emitir su fallo. El juez señaló que el hospital está malinterpretando la ley estatal que le impide suspender el tratamiento a una paciente embarazada.

Larry Thompson, representante de la fiscalía del estado en representación del centro médico, dijo al juez que el hospital tiene la responsabilidad de proteger al feto no nacido.

"Hay una vida involucrada y la vida es la de un niño no nacido", señaló Thompson.

Sin embargo, Jessica Hall Janicek y Heather King, abogadas de los Muñoz, acusaron al hospital de llevar a cabo un "experimento científico" y advirtieron que podría establecerse un antecedente peligroso, elevando el espectro de unidades de cuidados intensivos especiales para embarazadas con muerte cerebral.

Erick Muñoz dijo que él y su esposa son paramédicos que tenían muy claro que no querían tener apoyo vital artificial en este tipo de situación. Los padres de ella estuvieron de acuerdo. Las abogadas de la familia no quisieron decir cuáles serán los siguientes pasos, mientras está pendiente una apelación del hospital. La familia tampoco hizo comentarios al salir de la corte.

Las autoridades del hospital han dicho que la ley estatal les impide suspender el tratamiento a una paciente embarazada. Algunos expertos advierten  que el hospital está manipulando la ley porque Marlise debería ser considerada legal y médicamente muerta.