Washington.- Activistas y familias pidieron el lunes al gobierno del presidente Barack Obama expandir las exenciones migratorias por razones humanitarias para permitir la permanencia en Estados Unidos de niños centroamericanos sin documentos que así lo justifiquen.

Gustavo Torres, presidente de la organización CASA de Maryland, dijo que "demandamos que se les permita quedarse acá y se revisen sus casos uno a uno, especialmente a quienes tienen padres aquí".

Pero la Casa Blanca respondió casi inmediatamente después que la mayoría de menores sin acompañante adulto que han llegado a la frontera estadounidense tienen pocas probabilidades de obtener una exención humanitaria que evite sus deportaciones.

El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest dijo que "es poco probable que la mayoría de estos niños obtenga una exención humanitaria. Significa que no tendrán una base legal para permanecer en este país y serán devueltos".

Más de 52.000 menores sin acompañante adulto han sido arrestados desde octubre, de acuerdo con la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza. La mayoría proviene de Guatemala, Honduras y El Salvador, donde la violencia y la pobreza llevan a los padres a enviar a sus hijos en peligrosas travesías hacia el norte.

La guatemalteca de 19 años Cindy Monge, quien viajó a Estados Unidos sola a los 11 años, dijo durante la manifestación que los menores no deben ser deportados a sus países.

"La travesía a Estados Unidos ya es un trauma. No necesitan más", indicó.

La manifestación celebrada frente a la Casa Blanca también buscó pedir a Obama eliminar un programa migratorio llamado Comunidades Seguras y suspender las deportaciones de padres de ciudadanos estadounidenses o de menores de 30 años cuyas deportaciones fueron suspendidas en 2012 bajo el programa conocido por sus siglas en inglés DACA.

Un centenar de personas, incluso varios menores, protestaron en el centro de la ciudad de Los Angeles contra el plan de Obama para agilizar las deportaciones de niños no acompañados que cruzan la frontera.

Obama ha pedido al Congreso 2.000 millones de dólares y más flexibilidad para agilizar las deportaciones de los menores.

Según expertos, muchos de estos niños podrían ser aptos para asilo pero enfrentan desafíos grandes para enfrentar el sistema, como la falta de representación legal en cortes de inmigración.

Para, Alfonso Gonzáles, profesor de estudios mexico-estadounidenses en la Universidad de Texas en Austin, "toda crisis crea oportunidades y esta es una gran oportunidad para hacer estas reformas".

Obama anunció el mes pasado que evaluará modificaciones a la política de deportaciones vía administrativa debido a que un proyecto de ley migratoria aprobado por el Senado en junio de 2013 quedó estancado en la cámara baja, controlada por la mayoría republicana.

Se estima que dos millones de personas han sido deportadas desde que Obama asumió el poder en 2009 pese a que en su primera candidatura presidencial prometió una reforma para regularizar el estatus de 11 millones de inmigrantes sin autorización.