La democracia no es tan sencilla en Estados Unidos, donde la mayoría de votos no es sinónimo de la victoria. Mientras Hillary Clinton supera actualmente a Donald Trump por más de 2 millones de votos, el controvertible magnate ganó el voto electoral, aunque este resultado no será oficializado sino hasta el próximo 19 de diciembre, cuando se reúnan los miembros del Colegio Electoral.

De acuerdo con el portal ruso Vzgliad, los opositores del presidente electo están tratando de persuadir a los miembros republicanos a que le voten en contra. De conseguir suficientes votos, el resultado podría revertirse, pero conste que esto nunca ha ocurrido en la historia de Estados Unidos.

El Colegio Electoral se compone de 538 representantes, número que corresponde a 100 escaños del Senado, 435 de la Cámara de Representantes y tres votos electorales de Washington D.C. Clinton necesitaría 270 votos a su favor. El pasado 8 de noviembre, Trump se impuso sorpresivamente a la exsecretaria de Estado con 290 votos.

Según explica el portal RT, los electores del Colegio no están regidos por ningún reglamento a la hora de votar. Incluso podrían abstenerse. Sin embargo, la probabilidad de que Clinton pueda salir airosa es prácticamente nula, pues requeriría cambiar las mentes de al menos 37 electores republicanos. Más allá de eso, en el ultra hipotético escenario en el que ocurriera algo semejante, el resultado tendría que ser aprobado por el Congreso, controlado por los republicanos.