GOYANG, Corea del Sur.- La prensa de Corea del Norte pregonó el sábado el "logro inmortal" del líder Kim Jong Un, un día después de que se reunió con el presidente surcoreano Moon Jae-in y repitió sus promesas pasadas de retirar las armas nucleares de la península y trabajar en pro de un fin formal a la Guerra de Corea.

Sin embargo, a pesar de las declaraciones audaces, ninguno de los mandatarios mencionó medida alguna en torno al desarme nuclear y los analistas expresaron sus dudas de que la cumbre represente realmente un avance sustancial.

La Agencia Noticiosa Central Coreana, organismo oficial del gobierno norcoreano, reportó en su usual lenguaje adulador que los líderes intercambiaron "conversaciones honestas y sinceras" en una cumbre que "fue una realización del amor del líder supremo por la nación y su voluntad inquebrantable por la autosuficiencia".

El "logro inmortal" de Kim "quedará grabado brillantemente en la historia de la unificación de la nación coreana", afirmó el brazo de propaganda estatal.

Sin embargo, aunque no hubo anuncios de medidas concretas sobre el asunto nuclear, las imágenes del viernes en Panmunjom fueron sorprendentes: Kim y Moon hicieron a un lado un año en el que estuvieron a punto de enfrascarse en una guerra, se tomaron de la mano y caminaron juntos a través de la agrietada plancha de concreto que marca la frontera entre las Coreas.

La imagen, inconcebible hace apenas unos meses, les permitió a los líderes dar un paso hacia la posibilidad de un futuro de cooperación incluso mientras reconocían el escepticismo generalizado de que, después de décadas de esfuerzos diplomáticos fallidos, las cosas no serán distintas en esta ocasión.

En la cuestión atómica, los líderes simplemente repitieron una promesa previa de eliminar las armas nucleares de su península y dijeron que lograrán una "península coreana libre de armas nucleares a través de una desnuclearización total". Con esto, uno de los asuntos de más urgente solución en el mundo pasa a una cumbre que ha generado grandes expectativas entre Kim y el presidente estadounidense Donald Trump en las próximas semanas.

"No hay referencia a una verificación, calendarios ni un intento por definir la palabra 'completa'. No reitera ni avanza la oferta unilateral de Pyongyang de suspender las pruebas nucleares ni de misiles balísticos intercontinentales", dijo Adam Mount, analista de defensa en la Federación de Científicos Estadounidenses. "En la práctica, esta declaración debería permitir que en una cumbre Estados Unidos-Corea del Norte se den detalles específicos sobre qué, cuándo y cómo ocurriría la desnuclearización, pero no ha ofrecido algún tipo de avance en ese proceso. Toda la negociación se le deja a un equipo estadounidense que tiene menos personal del necesario y poco tiempo para prepararse".

A pesar de todo, la cumbre ofreció el espectáculo de dos hombres de naciones con una profunda y amarga historia de acritud sonriendo de oreja a oreja después de que Kim cruzó caminando la frontera para saludar a Moon, convirtiéndose en el primer líder de su nación en pisar territorio del sur desde la Guerra de Corea. Luego ambos líderes cruzaron brevemente hacia el norte y regresaron al sur.

De pie junto a Moon tras la conclusión de las conversaciones, Kim estaba ante un muro de cámaras que transmitían su imagen en vivo al mundo y declaró que las Coreas están "vinculadas por la sangre como familia y compatriotas que no pueden vivir separados". Los líderes también se comprometieron a lograr "una península coreana libre de armas nucleares a través de una desnuclearización completa", algo que ya han dicho antes.

Trump tuiteó el viernes que "¡la Guerra de Corea llegará a su fin!" y dijo que Estados Unidos "¡debería estar muy orgulloso de lo que está ocurriendo ahora en Corea!". Las dos Coreas también estuvieron de acuerdo en impulsar conversaciones este año con Washington y también posiblemente con China para poner fin oficialmente a la Guerra de Corea, que sólo se detuvo con un armisticio.