El gobernador de Massachusetts promulgó el jueves una ley que da más derechos a las mujeres embarazadas para que no se vean en la necesidad de elegir entre un embarazo saludable o mantener sus empleos. 

La ley aprobada por la legislatura le requiere a los empleadores que ofrezcan “arreglos razonables” a las embarazadas y hace ilegal que despidan o se rehúsen a contratar a alguien sólo por estar esperando un bebé. 

Los arreglos incluirían desde transferencias temporarias a posiciones menos agotadoras hasta proveer a las trabajadoras con una silla para que se puedan sentar de vez en cuando y más recesos para ir al baño. También se pide a las empresas destinar una sala de lactancia. 

El gobernador Charlie Baker dijo que las normas estaban “pendientes desde hace tiempo”, y agregó que ayudarán a mujeres que esperan un hijo o que ya son madres para que puedan apoyar mejor a sus familias y críen niños saludables. 

Entre los que asistieron a la ceremonia estaba Alejandra Duarte, quien en abril dio un fuerte testimonio ante un comité legislativo sobre cómo perdió a su bebé de 19 semanas por haber trabajado turnos de 10 horas en una lavandería industrial en Worcester, Massachusetts. 

Cuando Duarte quedó embarazada le pidió a su supervisor que le diera labores menos extenuantes. En lugar de eso, su supervisor le dio turnos más largos y más responsabilidades, que incluyeron empujar carros con ropa sucia que pesaban casi 270 kilos (600 libras). 

En una entrevista el jueves después de la ceremonia, Duarte dijo que espera que la nueva ley asegure que ninguna otra mujer sufra lo que ella. 

La ley entrará en vigor en abril del próximo año. Al menos otros 18 estados en el país tienen protecciones similares para las trabajadoras embarazadas, dijeron los que apoyaban la norma.