Ferguson.- La policía y los manifestantes en Ferguson por fin lograron compartir las calles otra vez en la noche, dejando a un lado por lo menos durante unas horas parte de la hostilidad que había llenado esas horas con gases lacrimógenos y humo.

El suburbio de San Luis albergó bastantes protestas la noche del martes por el tiroteo fatal en que un policía mató a Michael Brown. Y las tensiones aumentaron brevemente cuando alguien arrojó una botella contra los agentes.

Pero el escenario en general fue más moderado que en las últimos cinco noches, con menos gente, menos enfrentamientos y sin gas lacrimógeno. La policía dijo que aun así hicieron 47 detenciones, principalmente de personas que desafiaron las órdenes de dispersarse.

La ligera disminución de las tensiones se produjo la víspera de la visita del secretario de Justicia Eric Holder, que llega el miércoles a Ferguson para reunirse con el FBI y otros funcionarios que adelantan una investigación federal independiente sobre la muerte de Brown.

En una carta publicada la noche del martes en el sitio en internet del St. Louis Post-Dispatch, Holder prometió una investigación a fondo, al tiempo que instó a poner fin a la violencia en Ferguson. Dijo que el vínculo de confianza entre la policía y la ciudadanía es "de suma importancia", pero también "frágil".

Los patrones de detención "no deben dar lugar a un trato desigual ante la ley, incluso si tal tratamiento no es deseado. Y las fuerzas policiales deben reflejar la diversidad de las comunidades a las que sirven", escribió Holder.

Dijo que el departamento de Justicia "defendería el derecho de los manifestantes a protestar pacíficamente y de los medios de comunicación a cubrir una historia que debe ser contada".

Por otra parte, el gobernador de Misuri, Jay Nixon, dijo el martes que no buscaría destituir al fiscal del condado que supervisa la investigación sobre el tiroteo en que murió Brown.

Algunos líderes negros han citado las profundas conexiones familiares del fiscal del condado de San Luis, Bob McCulloch, con la policía como una razón que cuestiona su capacidad de ser imparcial. El padre, la madre, el hermano, el tío y el primo de McCullouch trabajaron para el Departamento de Policía de San Luis, y su padre fue asesinado mientras respondía a una llamada que involucraba a un sospechoso negro.

Nixon dijo que no pediría que McCulloch abandonara el caso, citando el "proceso bien establecido" por el cual los fiscales pueden abstenerse de participar en procesos de investigación para dar paso a un fiscal especial.

Desviarse de ese proceso, dijo Nixon en un comunicado, " podría innecesariamente inyectar inseguridad jurídica en esta materia y potencialmente poner en peligro la acusación".

McCulloch, un demócrata, fue elegido en 1991 y se ha forjado la reputación de ser duro con el crimen.

Líderes de la ciudad de Ferguson exhortaron a los vecinos a gente a quedarse en casa después del anochecer del martes para "permitir que se establezca la paz" y prometieron tratar de mejorar la fuerza policial en el suburbio de San Luis.

En una declaración pública, funcionarios señalaron que el alcalde, el concejo y empleados municipales han explorado maneras de aumentar la cantidad de habitantes negros que deseen ingresar a la academia de policía, desarrollar programas de estímulo para alentar residencia en la ciudad para agentes de la policía y recaudar dinero para colocar cámaras de video en las patrullas y el chalecos de policías.

"Planeamos aprender de esta tragedia mientras seguimos ofreciendo seguridad a nuestros vecinos negocios, y progreso a nuestra comunidad a través de reconciliación y sanación", señaló el comunicado.