Florida.- La acalorada batalla por la candidatura republicana a la presidencia se centraba en un lujoso complejo turístico en el sur de Florida, donde Donald Trump y su principal rival, Ted Cruz, cortejaban discretamente a la cúpula el partido antes de varias primarias que reparten un gran número de delegados.

Cruz ha admitido públicamente por primera vez que no tiene suficientes apoyos para conseguir la candidatura antes de la convención nacional del partido este verano. Pero el senador de Texas ha prometido asegurarse de que Trump tampoco consigue los delegados necesarios.

"Lo que está claro hoy es que nos dirigimos a una convención abierta", dijo Cruz a la prensa entre reuniones privadas con miembros del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), reunidos en el Diplomat Resort & Spa en el primero de los tres días de su reunión de primavera anual.

En un acto de campaña el miércoles en Indiana, Trump atacó a los líderes del partido, mientras miembros destacados de su campaña trataban de ganarse a los altos cargos republicanos en Florida a puerta cerrada.

"Es un sistema amañado y arreglado, diseñado para que los jefes puedan elegir a quien quieran y que gente como yo no pueda presentarse y no pueda defenderles a ustedes de las tonterías extranjeras", afirmó Trump en el Indiana State Fairgrounds.

Más o menos a la misma hora, el recién contratado director político de Trump, Rick Wiley, celebraba varias reuniones privadas en el complejo de Florida con miembros del partido de estados que van a votar en las próximas semanas. El veterano negociador político, que antes trabajó para el RNC, está encargado de ayudar a Trump a ponerse al día en el complejo proceso de nominación estado por estado.

Estaba previsto que los principales asesores de Trump ofrecieran una presentación privada a miembros del comité el jueves por la tarde sobre su hoja de ruta hacia la candidatura.

Trump y la favorita demócrata, Hillary Clinton, avanzan hacia las primarias en el nordeste cada vez más cerca de conseguir las nominaciones de sus partidos, tras derrotar a sus rivales en las primarias de Nueva York.

Clinton, que ahora ha hecho el 81% del camino hacia la candidatura demócrata que se le escapó hace ocho años, puede perder todas las primarias que quedan y aun así ser la candidata. Los asesores de su rival, Bernie Sanders, no mostraron indicios de que el senador de Vermont vaya a tirar la toalla antes de la convención demócrata en Filadelfia.

Trump se muestra cada vez más optimista sobre sus posibilidades en los cinco estados que votarán el martes: Rhode Island, Connecticut, Pennsylvania, Delaware y Maryland. Es el único aspirante republicano que tiene posibilidades matemáticas de obtener los 1,237 delegados n3ecesarios para conseguir la candidatura antes de la convención del partido en julio. Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich, afirman que podrían conseguir la nominación en la convención.

Pese a su gran derrota en las primarias de Nueva York, Cruz busca de forma agresiva a delegados de todo el país que puedan influir en la convención.

"Creo que tenemos una tremenda ventaja en esa batalla", dijo el senador sobre la posibilidad de una convención abierta.

Los esfuerzos paralelos en esta etapa de la carrera republicana —con Trump acumulando victorias en las primarias mientras Cruz busca el apoyo de delegados que puedan decidir la candidatura— no tienen precedentes en las campañas presidenciales recientes, y aumentan la profunda incertidumbre de la campaña.

Aunque las primarias son un tema central de la reunión republicana en Florida, los líderes del partido son muy conscientes de que cualquier cambio en el proceso de nominación alimentaría los argumentos de Trump de que es un sistema injusto. El presidente del partido, Reince Priebus, desaconsejó esta semana cualquier cambio en las normas.

Priebus cree que las normas de la convención deben dejarse en manos de los comités reglamentarios elegidos en la convención, compuestos por delegados elegidos de todo el país, indicó el estratega republicano Sean Spicer.

"La opinión del presidente es que las normas de la convención deben establecerlas los delegados, los votantes republicanos de base", dijo Spicer.