Un tribunal de Massachusetts condenó hoy a 15 meses de cárcel a una joven que incitó a su novio a suicidarse hace tres años por medio de múltiples mensajes de texto.

Michelle Carter, que en el momento de los hechos tenía 17 años, había sido declarada el pasado junio culpable de homicidio involuntario y se enfrentaba a una pena máxima de 20 años de prisión.

El juez Lawrence Moniz fijó hoy una sentencia de dos años y medio de cárcel, pero decidió que la joven deberá cumplir únicamente 15 meses, pasando luego a un régimen de libertad vigilada.

A petición del abogado de Carter, el magistrado del tribunal de menores suspendió además la sentencia hasta que se complete el proceso de apelación.

La decisión del juez incluyó además, entre otras cosas, una prohibición para que la joven se beneficie en el futuro de su conocimiento del caso, por ejemplo con la venta de un libro o su participación en una película.

El caso había despertado un fuerte interés en el país y en el ámbito legal, dado que la acusada no estaba presente en la escena del crimen, la víctima actuó sola y además el estado de Massachusetts no penaliza legalmente la incitación al suicidio.

La víctima, Conrad Roy III, de 18 años, falleció el 12 de julio de 2014 por intoxicación de monóxido de carbono en su vehículo.

Roy condujo hasta el aparcamiento de un supermercado y colocó la salida de una bomba de agua que emitía gas dentro de su vehículo, pero cuando se empezó a encontrar mal salió de él. Carter le dijo por teléfono que volviera a entrar, según la fiscalía.

La joven había enviado previamente decenas de mensajes de texto a Roy animándole a ejecutar sus planes para suicidarse, aunque inicialmente había tratado de disuadirle.

El mismo día de su muerte, la entonces menor le escribió: "Simplemente tienes que hacerlo. Dijiste que lo ibas a hacer. O sea, no entiendo por qué no lo haces".

Durante el proceso, la fiscalía utilizó la correspondencia entre los dos jóvenes para tratar de demostrar que las palabras de Carter fueron imprudentes y su conducta provocó la muerte de Roy.

La defensa, mientras tanto, alegó siempre que Carter no era responsable de la muerte del joven porque este tenía un historial de depresión y se había intentado suicidar antes, al tiempo que puso sobre la mesa los problemas de salud mental de la acusada.